En esta nuestra era moderna, cualquier ser humano adulto que se precie las tiene. Es de las pocas cosas en las que coincidimos todos y, oye, hagamos lo que hagamos, no fallan.
Siempre a nuestra vera. Para lo bueno y, sobre todo, para lo malo (especialmente las mañanas, después de las noches de jarana).
Y mira que nos gusta sentir apoyo, pero el suyo no es de los que más nos complace.
Si ellas supieran. Si ellas nos oyesen hablar. Qué triste, qué desapego, qué pena más grande.
Si es que, por mucho que lo intenten, nosotros no hacemos más que intentar zafarnos de su presencia.
¿Somos egoístas? No, se le llama amor propio.
Ahora bien, el disgusto que le vas a dar a tus ojeras cuando sepan que te las quieres quitar de encima… eso ya no te lo van a perdonar. Así que prepárate para despedirte de ellas.
¿Por qué a mí?
Las ojeras son una manifestación en el párpado inferior de los ojos que conlleva una alteración de la coloración de la piel (grisácea o morada), un hundimiento del globo ocular o inflamación. Hay diversos motivos por los que aparecen:
- Normalmente, las ojeras son fruto del cansancio acumulado, de agotamiento y también van relacionadas con la falta de sueño. La piel del contorno de ojos es muy fina y se acentúa cuando estamos cansados. Las situaciones de fatiga hacen que los vasos sanguíneos se dilaten y muestran un color distinto al resto de la piel.
- De la misma manera, también pueden manifestarse por un exceso de melanina.
- También puede ser que las tengas por genética, es decir, que simplemente están allí por cuestiones hereditarias (estas son las más difíciles de quitar).
- Una mala alimentación también puede repercutir en la aparición de las ojeras. Seguramente es porque te faltan nutrientes, vitaminas o minerales, o bien por la falta de hierro. Eso sí, en este caso, no habrá nadie que pueda definirlo mejor que tu médico de cabecera.
- Por problemas de circulación.
- Por el uso excesivo de las pantallas: mirar durante muchas horas tanto la pantalla del ordenador como la del móvil puede provocar tensión en los ojos y que los vasos sanguíneos aumenten el tamaño.
Las ojeras generan un efecto antiestético: cara cansada, poco despejada y transmiten una sensación de descuido (aunque no sea así). Hay personas que las tienen más acentuadas que otras, pero muy pocas se libran de su presencia aún estando descansadas. Somos conscientes de que es una de aquellas preocupaciones que te atormenta nada más levantarte (y además, de verdad) y es por eso que hemos decidido explicarte algunos trucos para acabar con ellas.
Remedios «anti-ojeras» caseros y naturales
Te voy a presentar diversos remedios caseros que corrigen las ojeras de manera bastante rápida. Son una solución prácticamente instantánea, aunque no duradera. Y esa es, básicamente, su principal diferencia con los productos cosméticos, los cuales actúan aportando soluciones a largo plazo.
Las bolsitas de té
¿Por qué el té? El té con cafeína contiene taninos naturales que ayudan a reducir la hinchazón de los ojos. ¿Cómo aplicarlas? Pues en estos sencillos pasos: sumerge las bolsitas en agua caliente para que la absorban durante aproximadamente 5 minutos, sácalas del remojo y deja que pierdan un poco de calor. Acto seguido, enfríalas durante un par de horas en el refrigerador. Si te gusta tomar té, no creo que te suponga supondrá ningún problema, ¿verdad? Con guardar las bolsitas y usarlas ya lo tienes hecho. A continuación, ponte una bolsita fría en cada ojo y déjalas actuar durante varios minutos. Conseguirás una mirada fresca y penetrante al instante.
El pepino de las películas (hortaliza, ejem)
Posiblemente el más visto en la pantalla grande. Las rodajas frescas del pepino ayudan a reducir las ojeras y las bolsas. Y ponerlo en acción tampoco lleva ningún sobreesfuerzo: coge un pepino de la nevera (cuanto más frío, mejor), corta dos rodajas, estírate, póntelas sobre los ojos (¡con los párpados cerrados!) y déjate llevar por el momento. Que repose, que repose sobre tus ojos durante aproximadamente 10 minutos. Y al sacarlos… Voilá, hasta luego Mari Carmen. Y ya puestos, te cuento que el pepino contiene vitamina E, que ayuda a aclarar la piel, refrescarla y humectarla. También es rico en vitamina C, que es ideal para eliminar la hinchazón, gracias a su colaboración para mantener ese delicadísimo cutis oxigenado.
A falta de pepino, buenas son patatas
La papa es uno de los mejores remedios para quitarte las ojeras. Parece mentira que un tubérculo pueda dar para tanto, pero sí. Así que coge la patata, córtala en rodajas finas y aplícala sobre tus ojos durante unos 10-20 minutos. Recuerda que, otra vez, como más fría esté la patata, mejores resultados obtendrás. Puedes repetirlo dos veces a la semana para obtener unos mejores resultados. Las propiedades mágicas de este alimento te ayudarán a disminuir la pigmentación del contorno de los ojos y te darán una mirada felina así, en un chasquido de dedos.
La infusión de manzanilla
Un truco tan efectivo como antiguo. Si es que la manzanilla vale pa’ tó. ¿Cómo tienes que hacerlo? Fácil: remoja unos discos desmaquillantes en la infusión de manzanilla (ya fría) y aplícatelo sobre los ojos cerrados durante la noche.
Si no quieres levantarte con la almohada amarilla, sería recomendable que los escurras bien antes de aplicarlos y que coloques algo encima (como, por ejemplo, un antifaz) para ayudar a mantenerlos en su sitio. Y ni que decir tiene que la infusión, a menos que le hayas enseñado a refrigerarse sola, tendrás que hacerla como si te la fueras a tomar y luego meterla en la nevera (eso sí, hasta que no esté templada no lo hagas, los cambios bruscos de temperatura no son buenos para las propiedades de la manzanilla).
El famoso truco de las cucharas frías
La solución más fácil, rápida y eficaz para despedirte de las ojeras (o, al menos, decirles «bye bye hasta otro ratito»). Solo tienes que poner dos cucharitas en el refrigerador. ¿Y ya está? Y ya está.
Bueno, si están limpias, casi que mejor.
Una vez estén frías (eso tocándolo lo notarás), tan solo tienes que aplicártelas debajo de los ojos con el lado que hace surco hacia dentro (es decir, con el hueco mirando hacia fuera). La temperatura ayudará a tensar la piel. Además, con el lado que toca la piel podrás masajear el contorno de los ojos hacia la esquina externa del ojo, de esta forma harás un drenaje linfático.
Aloe vera… el mítico remedio para todo
El aloe vera es uno de aquellos productos conocidos como milagrosos: es un regenerador de la piel muy potente que ayuda a mejorar notablemente el aspecto de tus ojeras. Pero claro está que no te pondrás una hoja entera de la planta encima del ojo, fuésemos a tener un disgusto. Por eso, lo más seguro y efectivo es utilizar la pulpa pura del aloe vera.
Que ¿cómo se hace? Pues así: corta la hoja, ábrela por el medio y, con un cuchillo, extrae la pulpa. Ella sola ya saldrá lista para que te la apliques directamente en el contorno de los ojos.
Y si no hay nada más en la nevera… leche de vaca
El ácido láctico es un blanqueador natural y es un buen remedio para luchar contra las ojeras. Aplicarlo es tan fácil como coger un disco desmaquillante, remojarlo con leche fría y colocarlo debajo de tus ojos durante 15 minutos. Cuando veas que los discos se calientan, puedes ir remojándolos con más leche fría, así obtendrás un mejor resultado. La leche contiene proteínas, aminoácidos y antioxidantes que repararán la piel dañada, la nutrirán y aclararan la zona de las ojeras.
Y la pregunta del millón: ¿cómo se pueden prevenir las ojeras?
Fresquibiris de buena mañana
El frío va perfecto para reducir las ojeras, así que un buen hábito puede ser lavarte la cara con agua muy fría por las mañanas. Rápido, fácil y para toda la familia.
Bebe mucha, mucha agua
La hidratación es el remedio para – casi – todo: se recomienda beber al menos 1,5 litros al día. Y aquí no hay fallo: si hidratas tu sistema, hidratarás de rebote tu piel, puesto que forma parte de él. Además, la deshidratación es uno de los factores que provoca las ojeras (parece lógico, ¿no?), así que a beber agua se ha dicho.
Una buena alimentación
Hay que tener en cuenta la dieta. Si consumes verduras para cenar y poca sal (que no cero), está comprobado que consigues reducir la retención de líquidos y, en consecuencia, estar menos hinchada (en términos generales). Eso, al final, te acabará dando mejor aspecto por las mañanas.
Procura dormir entre 7 y 8 todos los días
Lo que llevas oyendo toda la vida es absolutamente cierto: para tener una buena salud, hay que dormir bien y en un tiempo adecuado. Y, para ello, no puedes dormir 7 horas un día y 5 el resto. Hay que ser constante. La mayoría de las veces, las ojeras aparecen cuando se duerme poco o no se descansa lo suficiente. Así que si ese es tu caso, la respuesta está más que clara.
Evita el consumo de alcohol… frecuentemente
Que no te digo que no te tomes tus copitas, faltaría más. Pero tampoco te vengas arriba, porque tomar mucho alcohol puede ser una de las causas de tus ojeras. Seguro que lo sabes, pero el alcohol causa deshidratación y, como ya has leído un poco más arriba, la deshidratación nos lleva por el camino de la amargura (sí, a mí también).
Mueve tu cucu
Y lo que no es tu cucu, también. Seguro que esto también lo sabes, porque te lo habrán repetido como un millón de veces, pero yo no puedo ser menos: hacer ejercicio regularmente solo te aportará beneficios. Más producción de endorfinas, buena salud mental, mejor descanso, descenso del estrés, etc, etc, etc. No hace falta que te diga en qué repercute todo eso, ¿verdad?
Hazte un Dizao
Si son uno de nuestros best-sellers es por algo. Los parches gold de ácido hialurónico están diseñados para que te puedas quitar de en medio rápidamente las ojeras, además de proporcionar una hidratación óptima y una elasticidad ideal para la piel del contorno. Ya ves que remedios hay muchos, pero si no lo ves claro, esta opción es – también – rápida y – también – económica. Y además tienes para escoger o incluso alternar, porque también están en la versión con colágeno.
Y oye, que si aun así sigues dubitativa… siempre puedes probar un par de métodos por semana y nos cuentas qué tal te ha ido. Eso sí, si te interesa viajar, los únicos que podrás llevar encima son los últimos. No es favoritismo, es realismo, cari.
Hagas lo que hagas, no te olvides de…. mantener los buenos hábitos. El resto es probar. O pasarte por nuestra sección de hidratantes para el cuidado de ojos y cambiar de método (guiño guiño). ¡Tú decides!