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Crema corporal antienvejecimiento | D’Alchemy

Crema corporal antienvejecimiento | D’Alchemy

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52,95

100 ml

SKU: 12014

Refuerza la protección natural
Mejora la elasticidad
Nutre y suaviza la piel

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Precio/unidad 52,95 50,83 49,24 47,66

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Nutrición y protección por un tarro; suavidad y reducción de los signos de la edad son los que te vas a llevar a tu piel con esta crema corporal.

Descripción Crema corporal antienvejecimiento | D’Alchemy

Dicen que, con la edad, nos volvemos más miedosos.

A nosotros no nos gusta llamarlo así. Preferimos decir que se trata de prevención.

Aunque, sinceramente, cierto temor existe.

Como que vigilamos mucho más todo lo que hacemos, nos pensamos más las cosas (dos, tres, o las veces que haga falta) y, en general, ya no nos vale todo.

Aparentemente, puede parecer que de lo que hablamos es de experiencia. De volverse más selectivo, o más exigente.

Pero la realidad es que existe una sensación de vulnerabilidad.

Especialmente cuando sientes que cualquier movimiento te va a desmigajar.

Sí, sí, no mires para otro lado, que sabes perfectamente de qué va el tema. Que sientes tanta tirantez que temes que en cualquier momento se te puede caer a tiras.

Vale, igual estamos exagerando un poco, pero ¿no estás cansada de vivir condicionada por tu piel seca?

Si la respuesta es sí (que dudamos que sea lo contrario), te dejaremos una recomendación y nos retiraremos en silencio: crema corporal antienvejecimiento de D’Alchemy.

Lo que más nos gusta

  • Necesitamos refuerzos: y ella te los da en cuestión de poco tiempo. Cuando la piel está seca (o muy seca), deshidratada y tiene una elevada tendencia a la aspereza y la tirantez, derivadas de la pérdida de elasticidad, ya no se conforma con un poquito de hidratación. Necesita protección, un soporte que ayude a su barrera natural a bloquear la entrada de radicales libres para evitar que el cutis permanezca anclado en la sequedad. Y eso, exactamente, es lo que hace esta crema.
  • Bien equipada: con la seguridad que tú necesitas que un hidratante te dé. Y eso ¿qué significa? Pues que está formulada a base de extractos vegetales y aceites naturales esenciales seleccionados y cultivados de la forma más orgánica y delicada posible. Por no hablar de su base, que está formada por hidrolatos extraídos del jugo de las plantas en lugar de agua, haciendo así que la composición completa está enriquecida por sus propiedades. Y que sea apta para personas veganas, claro.
  •  Sin perder el norte: que, en este caso, es la lucha contra el envejecimiento cutáneo. Porque, a partir de cierto punto, una ya no quiere solamente hidratarse, mantener la piel suave y luminosa. Lo que quiere es que los años no le pesen demasiado, y en eso D’Alchemy tiene el control absoluto. Tanto como que es su especialidad y, por ello, siempre pone el foco en prevenir la aparición de signos de edad. ¿También en cremas corporales? Por favor, la duda ofende.

Lo que nos enamora

  • Pone toda su atención en la piel corporal madura, muy seca, deshidratada, sensible y con una gran pérdida de elasticidad. Y lo hace para trabajar a fondo cada uno de sus puntos débiles y convertirla en una piel hidratada y nutrida en profundidad, suave y sin asperezas, con mayor elasticidad y firmeza, con menor presencia de manchas y una reducción de la visibilidad de las arrugas. ¿Cómo lo hace? Pues fácil, sobre todo, eso. Porque, con solo aplicarla, rellena los surcos y alisa la superficie cutánea, aclara la hiperpigmentación y recupera su uniformidad, dejándola relajada y con un tacto sedoso.
  • Textura densa, muy rica y consistente. De aquellas que, cuando la tocas, sabes que te va a gustar. Y te va a gustar porque, aunque no sea tan ligera como otras, es ultra cubriente y súper nutritiva. Porque proporciona una capa protectora a la piel que refuerza su barrera natural y la previene del deterioro provocado por la oxidación celular. Porque se hace tan cómoda que no te importa esperar unos minutos a que tu cuerpo la haya suya. Y, oye, qué maravilla cuando eso ocurre.
  • Aroma absolutamente irresistible. Embriagador y adictivo. Es una mezcla entre cítricos (concretamente, limón) y vainilla. Y se hace tan agradable sentirlo que convertirlo en tu rutina diaria no se te hará nada pesado.

Dato curioso: mira si está concentrada en lograr la excelencia, que D’Alchemy numera todas las fórmulas de sus productos y las coloca bien visibles en los envases de cada uno de ellos. A medida que las van actualizando, las numeraciones se van modificando. ¿Se puede ser más perfeccionista?

Los culpables de su encanto

  • Hidrosoles de hamamelis y lavanda: son antioxidantes y antisépticos naturales. Estimulan la regeneración de la piel, alivian la irritación y suavizan la superficie de la piel, dejándola suave y con un tacto sedoso. Además, la mantienen protegida del deterioro provocado por los radicales libres y mejoran el tono de la piel, dejándolo unificado.
  • Aceite de linaza: es un estupendo antiinflamatorio. Gracias a su alto contenido en ácidos grasos esenciales, puede luchar eficazmente para mantener la salud de tu piel, liberarla de manchas y devolverle su textura lisa y suave. Además, es súper nutritivo.
  • Aceite de semillas de uva: a tu piel sensible le va a encantar este aceite. Además de ser no comedogénico, es decir, no generar imperfecciones, no obstruye los poros ni engrasa el cutis y es antioxidante. Eso, como bien sabrás, se traduce en protección frente a la presencia de los radicales libres. Por otra parte, tiene acción regeneradora, por lo que estimula la producción de colágeno y consigue aumentar de forma natural la cantidad de elastina, siendo así un estupendo aliado contra las arrugas y las líneas de expresión.
  • Aceite de argán: contiene una gran diversidad de ácidos grasos y vitamina E, lo cual hace de este ingrediente una opción ideal para cuidar la piel madura. Es altamente hidratante, suavizante y además facilita la absorción de la crema sin añadir viscosidad.
  • Aceite de almendras dulces: es muy nutritivo, lo cual hace que sea uno de los grandes favoritos a la hora de hidratar la piel, por sus fantásticos resultados. La deja suave y tersa, pero, además, combate de forma muy resolutiva la sequedad extrema, debido a los ácidos grasos que hay en él.
  • Aceite de aguacate: si a estas alturas no conoces el aguacate, es hora de que descubras sus grandes poderes ocultos. Es hidratante, nutritivo y contiene una gran cantidad de vitaminas y antioxidantes que favorecen la sanación de la piel dañada. Aactiva el proceso de regeneración cutánea, logrando un aumento de la producción de colágeno y dando lugar a una mayor firmeza y elasticidad.
  • Aceite de semilla de jojoba: tiene una gran capacidad de penetración y, además, es antioxidante. Eso significa que mantiene la piel protegida de la acción de los radicales libres a la par que reduce las arrugas y previene su aparición.
  • Aceite de macadamia: si hay algo seguro con este aceite, es que hidrata y suaviza la piel con intensidad y regenera las células cutáneas, eliminando las que mueren y se quedan taponando la superficie. Gracias a ello es un gran aliado en la lucha contra el envejecimiento, puesto que promueve su retraso y, además, minimiza las arrugas y evita que vuelvan a aparecer.
  • Aceite de coco: además de su gran poder hidratante, cosa que probablemente conozcas, es muy útil por sus propiedades bactericidas. Contiene mucha vitamina E, el cual lo convierte en un perfecto antiarrugas, muy útil para ayudar a recuperar la flexibilidad y retrasar el envejecimiento cutáneo.
  • Aceite de lavanda: es un antiinflamatorio natural buenísimo. Reduce la inflamación y la hinchazón, así como el enrojecimiento habitual en pieles sensibles. Además, tiene propiedades equilibrantes que ayudan a nivelar la producción de grasa y la humectación de la piel, así como tonificantes, que reducen la flacidez y recuperan la firmeza, o antibacterianas, que contribuyen a mantener los poros limpios y sin obstrucciones (evitar los pelos enquistados también es importante).
  • Aceite de buriti: es el oasis de paz para tu piel desquiciada. Contiene gran cantidad de vitamina E, ácidos grasos esenciales y betacaroteno, lo cual hace que desarrolle una función calmante muy necesaria, especialmente para los cutis con propensión a la irritación. Además, es hidratante y nutritivo, aporta mucha elasticidad y ofrece protección duradera.
  • Aceite de cardo Mariano: es un gran antioxidante natural. Esto representa un refuerzo para la barrera protectora natural de la piel. Además de ser un fantástico regenerador: incentiva la producción de colágeno a la vez que hidrata en profundidad, favoreciendo el incremento de elastina de forma natural.
  • Aceite de oliva: además de recetas ideales, también puede sacarle mucha belleza a tu piel. Está especialmente indicado para aquellas que son secas y sensibles, y es que es hidratante, emoliente (es decir, que suaviza y desinflama) y posee muchas vitaminas. Por ello, tiene gran capacidad de reparación sobre los tejidos dañados. Y ¿qué significa eso? Pues que promueve su regeneración y, por tanto, favorece el retraso del envejecimiento cutáneo. Además de dejar un cutis estupendo.
  • Manteca de karité y shorea: bien sabrás que, sobre todo en el caso de la de karité, aportan una gran dosis de nutrición a la piel. Además de darle una textura riquísima. Pues bien, también son emolientes y contribuyen a restablecer el equilibrio hídrico y lipídico, reforzando la estructura cutánea y actuando como combatientes de las arrugas y evitando el deterioro del cutis causado por el envejecimiento prematuro.
  • Extracto de acerola: luz y energía para tu piel debilitada. Gracias a su contenido en vitaminas C, A y PP, aporta firmeza y revitaliza incluso el cutis más fatigado. Además, por su condición de antioxidante natural, también trabaja de forma activa para evitar un nuevo cuadro de deshidratación.
  • Extracto de arándanos: de igual modo que ocurre con otros ingredientes de esta composición, posee propiedades antioxidantes. Protege a la piel del deterioro provocado por los radicales libres y contribuye a aumentar la producción de colágeno, recuperando su elasticidad y su firmeza.
  • Extracto de guaraná: es un energizante natural. Combate los signos de cansancio y ayuda a restituir la vitalidad en pieles apagadas. Además, tiene efecto seborregulador, que actúa como equilibrante y controla que los niveles de producción de grasa sean los correctos.
  • Extracto de bayas de espino amarillo: aporta mucha hidratación y le devuelve la elasticidad a la piel, tonificándola y recuperando su buen estado de salud. Además, tiene propiedades antioxidantes, lo cual ofrece una gran protección frente a los radicales libres (incluyendo la radiación solar) y lo convierte en un ingrediente estupendo para prevenir las manchas o la irritación.
  • Extracto de Camu Camu: es considerado un superalimento para la piel. Y es que su acción se centra en dos funciones: por un lado, gracias a sus propiedades antioxidantes, representa una protección natural para las células cutáneas frente a las agresiones externas propiciadas por los radicales libres; por otro, su contenido en melanina reduce la hiperpigmentación, haciendo que sea un aliado contra las manchas. Y, por si todo esto no era poco, también es hidratante y rejuvenecedor.
  • Extracto de manzana: cuando dicen que las manzanas son buenas para todo, no mienten. Poseen un alto contenido de alfa-hidroxiácidos que, traducido a nuestro idioma, significa que es un ingrediente con capacidad exfoliante (muy suave) que elimina las células muertas y reduce visiblemente manchas, promoviendo la síntesis de colágeno y minimizando los signos de expresión, también conocidos como arrugas.
  • Extracto de raíz de ginseng: cómo no, otro ingrediente con propiedades antioxidantes. Pero no solo eso, también es regenerador, hidratante y revitalizante. Con su acción consigue activar la circulación sanguínea, haciendo que la epidermis se oxigene mejor y lleguen a ella una mayor cantidad de nutrientes, dando lugar a un refuerzo natural de su barrera protectora así como un aspecto rejuvenecido y esplendoroso.
  • Extracto de durazno: posee una gran cantidad de antioxidantes y de betacaroteno, y ya sabes lo que eso significa. ¿No? Pues, en pocas palabras, una ralentización del envejecimiento de la piel. Contribuye de forma activa a reducir las imperfecciones de la piel, así como las manchas, y además es un gran estabilizador para las pieles secas.
  • Extracto de trigo: un antioxidante más al saco. Gracias a esta propiedad, lucha de forma activa contra el envejecimiento de la piel, reduciendo las manchas y previniendo su aparición, a la vez que reafirma el cutis y restaura su flexibilidad.
  • Extracto de cebada: es el elemento detox de este combinado. Se dedica a eliminar las toxinas que se alojan en la piel y provocan su envejecimiento, haciendo así que se ralentice su avance y reduciendo la inflamación y la presencia de imperfecciones. Además, es emoliente y antioxidante, por lo que crea una barrera protectora que evita que los agentes dañinos externos puedan penetrar de nuevo en ella.

¿Cómo usarla?

Todos sabemos que el mejor momento para ponerse una crema hidratante es después de ducharse o bañarse, pero es que en este caso está especialmente indicado. Por dos motivos muy sencillos:

  1. La piel está completamente limpia y es menos probable que queden células muertas en la superficie (si te duchas con el exfoliante ya nos aseguramos de ello).
  2. Incrementa la sensación de relajación que proporciona esta crema y favorece que la piel absorba mejor los nutrientes.

La cosa es: ¿cómo la aplicas? Pues como cualquier otra crema: con las manos limpias y secas, tomando una pequeña cantidad y realizando suaves masajes sobre la piel hasta que se absorba.

Truco de la casa:

Cuando decimos lo de aplicar las cremas haciendo un masaje no es cosa de un capricho. Es un acto que estimula la circulación sanguínea y favorece que la piel active un proceso de regeneración natural. Con lo cual, no solo absorbe el producto que le estás dando, sino que, además, está produciendo elementos beneficiosos por y para sí misma.

d'alchemy skincare

Origen: Polonia

Creación: 2018

Colección: D'Alchémy

Existe un mundo más allá de la cosmética natural que casi parece sacado de un cuento. Recorre todas las fuentes de pureza y se adentra en ellas buscando la perfección. Es el mundo de D’Alchémy Skincare.
Y no se trata de un cuento porque sea fantástico -que lo es-, sino porque alcanza un nivel que parece pura magia.
Si creías que la cosmética orgánica era el punto más alto al que podíamos llegar, estás a punto de descubrir que todavía hay alguien que desafía todas las creencias. Y esa es la cosmética holística.
La que no se conforma con curar la piel; busca curar el alma. La que no tiene suficiente con ingredientes de calidad; quiere los mejores.
La que se sirve de la naturaleza para conectarte en cuerpo y alma.

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