Crema-manteca corporal de mango y coco | Café mimi

Bienvenidos a una nueva entrega de Sonidos desagradables. Hoy hablaremos de aquellos que son casi imperceptibles pero ofenden nuestra sensibilidad como seres humanos.

• Las servilletas desplazándose sobre la mesa.
• Los rotuladores escribiendo sobre el papel a gran velocidad.
• Los ojos al ser rascados por los dedos.
• Las medias deslizándose por unas piernas secas.

Para, para, para. Las medias. Dinos que no te ha pasado y te haremos una reverencia. Cuando tienes la piel ultra seca y, al subirte las medias, no solo oyes el sonido de la tela, ¡es que lo notas! ¡Y te molesta! ¿Que cuándo pasa eso? Pues cuando te acabas de depilar y no tienes tiempo para hidratar la piel, por ejemplo. Y así una y otra vez.

Hasta que te dignes a empezar a usar esta manteca corporal de Café mimi, que igual te ayuda a terminar con la dentera.

Lo que más nos gusta

• Discreta: como esas medias que no se notan pero hacen acto de presencia. No invade tu espacio, pero tiene el tamaño idóneo para estar en el lugar y el momento oportunos. Justo a tiempo para que la veas al acostarte y recuerdes que no puedes irte a dormir sin ella.
• Beneficiosa: porque el 95% de sus ingredientes son de origen natural. Y qué placer hay más grande que saber que entre tus manos hay algo totalmente real. Tan real como la piel ultra seca.
• Generosa: su envase está fabricado con plástico 100% reciclado y reciclable a su vez. Hecho para respetar todos los ecosistemas y habitantes posibles.

Lo que nos enamora

• Textura cremosa, suave y delicada. De fácil aplicación y absorción rápida. Está pensada para aquellas pieles que, como la tuya, necesitan un cuidado extra.
• Respeto con el que trata a la piel. Nutre en profundidad, hidrata, la suaviza y ralentiza su proceso de envejecimiento. Previene la descamación y se asegura de que no tengas que volver a ponerte las medias entre resoplidos.
• Aroma súper dulce y tremendamente adictivo que conseguirá que no vuelvas a anteponer las prisas antes que tu hidratación. Sí, sabemos que ponerse la crema cuando no tienes tiempo parece misión imposible, pero descubrirás que estabas equivocada.

Los culpables de su encanto

• Manteca de cacao: es la protagonista de esta crema. Le proporciona nutrición e hidratación, impide que vuelva a irritarse y la protege de la descamación.
• Aceite de coco: es una fuente de nutrientes para la piel que no puedes desperdiciar. Contiene aceite hialurónico y vitaminas K y E, lo que se traduce en una capacidad humectante que favorece la hidratación de la piel y su regeneración celular.
• Extracto de mango: como buen cítrico, contiene un gran contenido de vitamina, concretamente la A. Y eso le garantiza un extra de luminosidad a la piel y un efecto suave y sedoso.
• Manteca de karité: es la encargada de reparar la piel, incrementar su firmeza, hidratarla y tonificarla. Vamos, que la deja lista para sobreponerse a cualquier panty.

¿Cómo usarla?

Sin duda alguna, después de una buena ducha. Buena significa sin prisas y que te dé margen para hidratarte después.

Habiendo hecho ya el paso previo para evitar un nuevo espisodio de irritación, coge la cantidad necesaria que tú consideres (te aseguramos que no será mucha) y frótala con las manos sobre la piel seca. Es importante que lo hagas masajeándote, ya que eso estimulará la circulación de la sangre y facilitará que alcances el punto de relax que estamos buscando.

Truco de la casa:

Reparte la cantidad de crema entre las dos manos y aplícala simultáneamente en las dos piernas (por ejemplo). El efecto relajante se acentuará mucho más y sentirás un alivio inmediato. Además de que la explosión olfativa será de otro nivel también.

Para mayor intensidad, guarda la crema en la nevera o en un lugar muy fresco y verás como en el momento de la aplicación se incrementará la sensación de desahogo.