Gel de ducha purificante y perfeccionador | Natura Siberica

¡Au!

Te ha vuelto a pasar.

Esa pequeña picazón insistente te la ha vuelto a jugar.

Tú, como siempre, has caído y ¡zas! Punzada al canto.

Si es que estás harta de repetírtelo: no te rasques los granos de la espalda, déjate las piernas tranquilas, controla tus uñas…

Pero nada. Y así, agresión tras agresión, se te va irritando e inflamando cada vez más la piel.

Ya es hora de que alguien te dé un buen consejo que no sea el típico «deja de rascarte».

Así que allá va nuestra buena obra del día: usa este gel de ducha purificante.

Y quizás piensas «Claro, que ahora resulta que duchándome con esto desaparecerá todo». Pues sí. Porque no es un gel de ducha cualquiera. Está diseñado específicamente para plantarle cara al acné y reducir las irritaciones. Eso sí, no esperes que lo haga todo de golpe, pero con constancia y sí, sin rascarte también, tu piel se acabará transformando.

Lo que más nos gusta

• Directa al grano: y nunca mejor dicho. Este producto pertenece a la línea Berëza Siberica, una gama dedicada única y exclusivamente al cuidado de la piel grasa y el tratamiento de sus imperfecciones asociadas, como son el acné, los puntos negros, los poros abiertos o los brillos, todos ellos derivados del exceso de producción sebácea. Con su mágica composición, pretende regular dicha secreción y minimizar progresivamente sus efectos hasta hacerlos desaparecer.
• Con lo esencial: porque no necesitas aditivos ni ingredientes que le resten calidad de vida a tu piel, sino todo lo contrario. Por eso, todos los productos de esta colección están basados en el hidrolato orgánico de abedul blanco, un jugo extraído mediante la destilación de esta planta, combinado con elementos naturales y vegetales. Todos ellos originarios de la naturaleza siberiana y recolectados de forma silvestre para poder aprovechar al máximo todas sus propiedades.
• Sin causar daños: ni a ti, ni a tu piel, ni al entorno. Y así es como se puede decir con la boca grande que Berëza Siberica es vegana en su totalidad: sin ingredientes de origen animal y cruelty free, tanto en lo que respecta a la producción como en el testado del producto final. Por eso, el uso de este gel te dará una tranquilidad absoluta no solo en el cuidado de tu cutis, sino en tener la sensación de que estás colaborando a hacer de este mundo un lugar mejor. Sin grasa y sin dolor.

Lo que nos enamora

• Que por una vez alguien piense en el acné corporal. Y lo haga poniéndole empeño: limpia la piel con delicadeza para combatir las erupciones sin resecar, controla la producción de grasa y evita las infecciones gracias a su acción bactericida. Con su combinación de ingredientes, es capaz de eliminar la acumulación de poros y dejar la tez completamente purificada. O lo que es lo mismo: la libera de la sensación «piel de fresa».
• Su textura en gel (eso es obvio), ligera pero con la consistencia perfecta para cubrir con suficiencia todas las zonas a tratar. Tan solo con tocarla, notarás cómo la refresca y se desliza fácilmente por la piel con delicadeza, mientras elimina todas las impurezas y va minimizando los efectos del acné sobre tu cuerpo. Provoca un alivio que no concierne únicamente a una sensación física (cuando lo pruebes ya lo entenderás).
• Su aroma, tan suave y agradable que no tiene nada que ver con los típicos tratamientos para la piel con brotes e infecciones. Es fresco y delata por cada nota que desprende la presencia del abedul, pero qué bien sienta.

Los culpables de su encanto

• Hidrolato orgánico de abedul polar blanco: como ya te íbamos avanzando, este ingrediente es un jugo que se extrae de la corteza de abedul blanco y se utiliza como base de la fórmula por sus excelentes propiedades. Es rico en betulina, un gran antiinflamatorio natural que permite reducir la inflamación causada por las imperfecciones derivadas del exceso de sebo, además de poseer acción calmante y antioxidante, mediante la cual ayuda a prevenir el acné sin resecar la piel.
• Extracto de frutos de serbal siberiano: es estimulante de la regeneración de la piel. Eso favorece la eliminación células muertas, además de la renovación de las capas más externas, facilitando la sanación cutánea. Con él en acción, tu cutis queda limpio en profundidad, remodelado, tonificado y con mayor proporción de elasticidad.
• Extracto de raíz de saponaria: es un ingrediente muy conocido por sus capacidades limpiadoras, de ahí que comúnmente se la conozca con otros nombres como hierba jabonera o flor de jabón. Es una opción vegetal perfecta que actúa como el jabón, pero sin provocar sus efectos secundarios. Dado que es rica en flavonoides y vitamina C, posee propiedades antisépticas y antiinflamatorias, perfectas para tratar el acné porque reducen la inflamación, así como evitan las infecciones y el incremento de erupciones.
• Extracto de raíz de Rhodiola Rosea: es rica en ácidos orgánicos, magnesio, cobre, zinc, aceites esenciales y flavonoides. ¿Su aportación? Mejora las funciones protectoras naturales de la piel. Tiene un efecto calmante y la protege de la exposición medioambiental. Dicho de otro modo: le da un pequeño empujoncito cuando le toca adaptarse a cambios bruscos como el estrés o las temperaturas extremas.
• Extracto de flor de caléndula: en toda esta combinación también es necesario un ingrediente que aporte la dosis de hidratación, y para eso está la caléndula. Además, posee propiedades antioxidantes que le ayudan a la piel a mantenerse protegida sin necesidad de crear un exceso de grasa y evitar el envejecimiento prematuro.
• Ácido salicílico: su fuente de producción es la corteza de sauce, de la cual se extrae este ingrediente tan preciado para las pieles grasas. Y ahora entenderás por qué lo es: rompe la acumulación de poros en la piel, ayudándola a expulsar el exceso de grasa y suciedad alojado en ellos, a la vez que contribuye a reducir la inflamación causada por los brotes.
• Zinc: gracias a su propiedad cicatrizante, este mineral es un gran aliado para la lucha contra el acné. Reduce la inflamación a la par que minimiza las secuelas de sus brotes y previene su aparición, haciendo que la piel vaya adquiriendo un aspecto más fresco.

¿Cómo usarlo?

Aunque sea distinto a los demás, en cuanto a uso no tiene ninguna diferencia.

Es decir: aplícalo diariamente en tu ducha diaria sobre la piel húmeda. Con las yemas de los dedos, ve masajeando con el gel por todo el cuerpo hasta formar espuma. Y, si el tiempo del que dispones y tu piel te lo permiten, recréate un poco en ello para incrementar la sensación de relajación.

Después, aclara con agua tibia y listo.

Truco de la casa:

Para mantener el buen estado de salud de tu piel, es importante que incidas en los masajes. Por eso, nuestra recomendación es que lo hagas con las manos, como ya te veníamos comentando, o bien con una esponja muy suave. Los motivos son claros:

• Una piel sensibilizada como la tuya no puede permitirse usar esponjas rugosas. Eso, con el uso continuado, podría acabar suponiendo una pequeña agresión a la que la piel reaccionaría creando más grasa.
• Los movimientos circulares, los hagas como los hagas, favorecen la circulación sanguínea y ayudan a la piel a mantener su elasticidad, reduciendo la sensación de tirantez, además de contribuir a una mejor absorción de los nutrientes que le aporta el gel.

Este gel forma parte de la línea de cuidado para piel grasa Berëza Siberica. Sumérgete en ella y crea una rutina perfecta para cambiar las pesadillas por sueños húmedos (que no aceitosos).