Peeling corporal Gzel | Natura Siberica

Chica, eres todo un caramelito.

Lo que ocurre es que nunca te quitas el envoltorio.

No te desprestigies. No te eches tierra por encima. No te quedes con esa mala cara que un día te ves por la mañana.

Porque todo eso no te representa.

Que no te sientas a gusto con lo que ves. Que no te emocione tu cuerpo. Que no te haga ilusión desnudarte ni verte en el espejo.

No es porque no tengas algo de valor. Es porque lo que estás viendo es lo que ha hecho el estrés y la falta de tiempo por ti.

Es porque necesitas un día de descanso para coger ese peeling corporal que te compraste hace un mes y darle caña a tu piel.

Y es porque, cuando lo hagas, verás que solo estabas tapando tu belleza sin querer.

Lo que más nos gusta

• Al estilo ruso: en todos los sentidos posibles. Porque el Gzhel es una estética ancestral que predomina en la cerámica rusa y la embellece de infinitas maneras. Es la representación visual de una manera de hacer las cosas. Y esa manera también se ve reflejada en las recetas de las que parte esta micro-colección.
• Únicos y especiales: así son los productos de la línea Gzel. Una pequeña pero valiosísima colección de edición limitada que pretende realzar lo mejor de la cosmética rusa. Con ingredientes de origen siberiano, plantas y bayas silvestres que dan lugar a composiciones inimitables.
• Reconocidos: no solo por su bello estilo tan característico, sino también por su calidad. Y es que los tres productos han sido ganadores del premio al mejor cosmético natural otorgado por Cosmoprof Bologna.

Lo que nos enamora

• Su formulación hecha con bayas siberianas, exclusivamente para limpiar la piel corporal a la vez que la estimula. Esto significa que no solamente retira las toxinas sino que fomenta la elasticidad de la piel y retrasa su envejecimiento, haciendo que se mantenga joven por más tiempo.
• Textura ligera de grano fino. Fácil de trabajar y con gran capacidad de adaptación a la piel. No solo extrae la suciedad y las células muertas, sino que promueve la regeneración celular a la vez que te permite modelar la piel al ritmo de un masaje exfoliante.
• Aroma intenso con un toque de frutos rojos que hace que, al igual que sus resultados sobre tu piel, no pase desapercibido.

Los culpables de su encanto

• Aceite de frambuesa silvestre siberiana: además de darle un toque aromático inconfundible al peeling, es un perfecto rejuvenecedor de la piel. La tonifica, aumenta su elastina y le deja un aspecto terso y suave, digno de ser acariciada y admirada día sí día también.
• Extracto de mora de los pantanos: es la que se encarga de exfoliar la piel. Gracias a ella, verás la maravilla que se escondía bajo el manto de células muertas y granitos incómodos, porque con su acción los retira suavemente y limpia sin dejar ni rastro de la suciedad ni de los molestos poros.
• Extracto orgánico de serbal siberiano: es estimulante de la regeneración de la piel. Con él en acción, tu cutis queda limpio en profundidad, remodelado, tonificado y con mayor proporción de elasticidad.  ¿Quién quiere regalos teniendo esta maravilla?

¿Cómo usarlo?

Con la misma ilusión con la que abrirías el paquete de eso que tú misma compraste por internet y ya sabes que te va a llegar.

Humedece tu piel, coloca una pequeña cantidad de exfoliante sobre las manos y frota un poco. Después, repártelo por todo tu cuerpo (o por las zonas cuya belleza te interese revelar) dando suaves masajes con movimientos circulares. Cuando te hayas cansado de sobar tu piel, cosa que es difícil que ocurra con este producto, aclárala con agua tibia y deja aflorar los resultados.

Truco de la casa:

Más que un truco, es un consejo. Dedícale tiempo al masaje de tu piel, sobre todo en las zonas donde sueles mirarte con más desgana cuando te enfrentas al espejo. El movimiento y la presión que generas en ese proceso es una ayuda más para estimular la circulación sanguínea.

Que ¿por qué te interesa? Porque 1) así se produce más colágeno de forma natural = piel más elástica y 2) ayudas a tu piel a expulsar todo lo malo. O lo que es lo mismo, le abres camino para quitarse el envoltorio.