Sal de baño revitalizante | Natura Siberica

Fijo que te ha pasado eso de entrar en un sitio y enamorarte por la nariz.

Sentir que te transporta. Que te quieres quedar allí a vivir.

Es algo sobrenatural. Cuando te pasa, no puedes dejar de inspirar, con la esperanza de que ni una cuarta parte aunque sea se quede dentro de ti.

Porque te despierta los sentidos.

Porque te hace recordar. Porque te da placer, qué narices.

Pues ahora te proponemos que provoques eso tú misma. ¿Te acaba de explotar la cabeza?

Tranquila, lo que te va a explotar es el alma cuando te contemos cómo hacerlo. No se trata de ponerte una colonia que huela de maravilla, eso sería demasiado fácil.

Se trata de crear un ambiente envolvente, embriagador, que sea como un hogar dentro de tu propio hogar, un rincón de placer y de inmersión – literalmente – emocional donde sentirte tan a gusto que acabarás esperando que pasen los días para volver a él. Y se trata de hacerlo con esta sal de baño revitalizante.

Que, como su propio nombre indica, te da la vida. Te estimula, te eleva a otro nivel… y, por supuesto, también a tu piel.

Lo que más nos gusta

• Se lo ha ganado todo: no solo tu corazón. También el premio al mejor cosmético natural otorgado por Cosmoprof Bolonia. Y es que, cuando algo te hace sentir tan bien, no se puede hacer otra cosa que darle el reconocimiento que merece. ¡Todos deberían tener ese propósito!
• Esencia siberiana: aunque sea una sal de baño, no estamos hablando de cuatro granos mal puestos en un tarro circular. Estamos hablando de unos granos encantadores que están repletos de sustancia. Y esa sustancia proviene de tres plantas de Siberia que poseen propiedades alucinantes para la piel: el ginseng siberiano, la sophora japonesa y el aceite de escaramujo.
• Con un trasfondo de calidad: porque no solo pretende generar un momento de paz y conexión interior. Es que los ingredientes que se han usado para crearla vienen de hierbas que han sido recolectadas por tribus siberianas. Y te podemos asegurar que el bienestar que te genera se multiplica cuando sabes que al usarla estás ayudando a otros.

Lo que nos enamora

• Sensación de pertenencia única. Sí, de pertenencia, porque el ambiente que genera puede hacerte sentir que ese es tu lugar. Que ahí es donde quieres y mereces estar. Y por eso es maravillosa.
• Efecto relajante que tiene sobre tu mente y revitalizante sobre tu piel. A ti te recarga las energías, pero es que a tu cutis le devuelve la vitalidad. Contribuye a que recupere su esplendor natural y lo detoxifica de las consecuencias del estrés. Crea el momento perfecto para que tú, en toda tu persona, recuperes lo mejor de ti.
• Textura satisfactoria. Es de aquellas cosas que, incluso aunque no la metieses en la bañera, te produciría placer. Y el motivo es muy sencillo: tiene un granulado tan agradable al tacto que se podría hacer una sesión de relajación con ella. Ah, no, espera: que es exactamente lo que vas a hacer.
• Aroma sensual, de una exquisitez que te da ganas hasta de ponértela de colonia. Dejará tu baño aromatizado de tal manera que no querrás volver a salir de él.

Los culpables de su encanto

• Extracto orgánico de ginseng siberiano: una sal de baño esconde muchos beneficios, más allá del propio relax. Por ejemplo, cuando lleva un ingrediente como este, consigue tonificar la piel y rejuvenecerla, provocando un aumento de su elasticidad y eliminando y previniendo los posibles signos de la edad.
• Extracto de sophora japonesa: es una flor silvestre que contiene hasta un 30% de vitamina P, que se encarga de calmar la piel, dejarla relajada y estimular su regeneración, logrando como resultado la regulación de los lípidos (es decir, mantener una producción sebácea óptima).
• Aceite de escaramujo: pese a su nombre tan extraño, tiene un alto contenido de ácido ascórbico y vitaminas, los cuales son promotores de la producción de colágeno, que da lugar a una piel más elástica y rejuvenecida. Además, promueve la salud del cutis, ya que activa los procesos metabólicos de las células e incrementa su inmunidad frente a los agentes externos.

¿Cómo usarla?

Esta es la mejor parte: con la bañera llena de agua (a unos 36-38º, aprox.), vierte en su interior la cantidad que cabe en cuatro cucharadas soperas y espera a que se disuelva. Báñate en ella y olvídate de todos tus problemas durante un intervalo de 10 a 20 minutos (mejor no cojas el reloj).

Truco de la casa:

Márcate un día y una hora al mes (como mínimo) para dedicarte este baño relajante y mimarte con algunas de nuestras cremas después. Testea los aromas y propiedades que más te gusten hasta que consigas la combinación perfecta para ti.