Crema corporal reparadora | Natura Siberica

Qué fácil sería todo si fuésemos robots.

¿Nunca lo has pensado?

Todo programado. Con menor probabilidad de sufrir problemas. Y, por supuesto, sin un solo dilema amoroso. Porque no tendríamos sentimientos.

Qué triste eso, ya.

Pero mira, se te estropea algo y se repara. No como el corazón.

O como la piel. Que no nos negarás lo difícil que llega a ser recuperar su estado de gracia cuando la cosa se gira.

Que si descamación. Que si tirantez. Que si aspereza.

Y da igual lo que hagas. Bébete veinte litros de agua que la cosa no mejora.

Límpiala con ese mousse especial que al cabo de dos días estás otra vez igual.

Ponle esta crema corporal reparadora que no pasará un mes y…

No, espera. Pónsela. Que no pasará un mes y seguirás esperando a que vuelva a estropearse, pero no lo hará.

¿Así de fácil? Así, como si de una pieza perfecta se tratase.

Lo que más nos gusta

• Excepcional: como tú. Creada con ingredientes únicos y especiales cuyas propiedades son usadas de forma muy específica. Porque qué tiene una colección si no existe en ella algo que la haga interesante. En este caso, cada uno de los productos que la compone está basado en un elemento principal cuyo potencial es la esencia de su acción. Caviar de Rusia, Cedro Blanco, Rosa Ártica, Abedul de Plata… auténticas joyas de la naturaleza.
• De belleza nórdica: esa que tanto nos gusta. Delicada, femenina, sencilla, con un punto de majestuosidad. Esa es la inspiración que rodea esta colección, que fue diseñada originalmente pensando en el corazón de Dinamarca: Copenhagen. Una línea que emula la hermosura de este país y los preciosos parajes que hay en él.
• Con elegancia natural: como la que puedes encontrar en ti por mucho que pasen los años. Porque está creada con algas de las Islas Faroe y plantas y bayas siberianas de origen silvestre. ¿Dónde encontrarás más pureza? Pues quizás lo hagas en tu interior después de ver que, con esta colección a tu lado y, con lo que tú quieras, hay belleza en cada parte de tu ser. Qué profundo nos ha quedado eso, ¿verdad?

Lo que nos enamora

• El elevado nivel de hidratación que proporciona a la piel. Elimina la sequedad, ayudándola a recuperar la humectación necesaria para mantenerse en buen estado por sí misma durante más tiempo. Gracias al alto contenido en nutrientes que posee, consigue eliminar la irritación, aportándole calma y suavizando la superficie.
• Textura cremosa muy ligera y suave. Fácil de aplicar y rápida de absorber. Se adapta a la piel perfectamente y la protege de las agresiones externas. Le proporciona las vitaminas y nutrientes necesarios para evitar que sea dañada por los radicales libres mientras la hidrata en profundidad y la deja firme, elástica y con un tacto aterciopelado.
• Aroma muy, muy suave. Apto para cualquier olfato. Súper agradable y con un toque dulzón que embriaga poco a poco. Así es imposible no mantener el engranaje perfectamente encajado.

Los culpables de su encanto

• Extracto de onagra: si no lo conoces, este es el momento de presentarte sus grandes propiedades. Es rico en ácidos linoleicos, que ayudan a eliminar la sequedad y la flacidez de la piel mientras restauran su estructura, dejándola suave y aterciopelada.
• Extracto de malva: es rico en vitamina C y caroteno, lo que lo convierte en un potente antioxidante y antiinflamatorio. Calma la piel y elimina la irritación, dejando en ella una sensación de confort y de renovación, además de protegerla frente al ataque de los radicales libres.
• Vitaminas: concretamente, F y B5. La primera es un refuerzo para la protección frente a las agresiones externas. La segunda es nutritiva, por lo que alimenta la piel y deja en ella una increíble sensación de suavidad, además de un tacto muy sedoso.
• Complejo de saponinas, taninos y fitoncidas: todas ellas son las que se ubican en las hierbas silvestres de las que te hablábamos. Calman la piel, reducen la irritación derivada de la sequedad y le aportan un tacto suave.
• Extracto de algas de las Islas Faroe: además de las vitaminas que has leído un poco más arriba, en este extracto también las hay. Y fíjate bien, que no son pocas: A, B1, B2, B6, B12, C y E. Además, contienen microelementos y yodo, pero lo más importante que debes saber es que todos ellos, juntos, hacen que tu piel esté más tersa y suave, porque la hidratan y la nutren en profundidad, consiguiendo recuperar su equilibrio hídrico.

¿Cómo usarla?

Como una herramienta para reforzar tu estructura cutánea.

Asegúrate de tener la piel limpia y seca (por ejemplo, después de ducharte es un buen momento para ponértela), y entonces aplica la cantidad que tu piel necesite – es posible que al principio sea más de la que crees – haciendo suaves movimientos circulares. Comúnmente conocidos como masajes, vaya. Y simplemente espera a que la absorba.

Truco de la casa:

A veces puede parecer una tontería, pero el movimiento de las manos influye mucho en cómo los productos inciden en nuestra piel, por eso es recomendable que lo hagas con movimientos circulares que estimulen, desde un principio, la circulación sanguínea.

¿Quieres más? Calienta un poco la crema con las manos antes de aplicarla. El hecho de tener una temperatura similar a la de la piel en el momento de extenderla ayudará a que tu cuerpo absorba mejor los nutrientes. Palabrita.

Esta crema forma parte de la colección NS Copenhagen. Mete el hocico en ella y no lo saques hasta que te sientas como una divinidad nórdica. No te engañes, conseguirlo es tan sencillo como ir probando cada uno de sus productos.