Suave gelatina exfoliante revitalizante | Natura Siberica

Manifiesto de una Piel Sensible. (Vol. III)

Estoy cansada. Cada día me levanto con ganas de ser como el resto de pieles, pero me miran y me tratan diferente. Es algo que me pasa constantemente. A todas horas. Me consume y no lo puedo evitar. Yo quiero ser una más, con mi dosis de hidratación y mi limpieza rutinaria, pero no me dejan regenerar. Así que es hora de hablar claro.

Dime que no estoy sola.

Por favor, dime que tú también lo sientes. Esa rabia interior que empieza a crecer cuando te hacen el famoso comentario.

Tú, que eres una persona tranquila, que no buscas enfrentamientos con nadie, que haces tu vida intentando no molestar, pero que tienes carácter. Porque en este mundo hace falta tenerlo.

Este mundo preso del monopolio de las pieles perfectas. Las que salen en Instagram, prensa o cualquier medio visual. Que son divinas por naturaleza y que tampoco usan un solo filtro, ¿verdad? Esas.

Te has dado cuenta de que, si no enseñas los dientes de vez en cuando, te toman por piel de testado. Y, encima, todavía tienen el descaro de decirte cosas como «ay, chica, sí que estás susceptible».

Ah, y por supuesto, no te atrevas a decir nada tú. Tú, que eres la dueña de esa piel. No puedes quejarte si un día no te sientes bien, porque la respuesta que vas a recibir es digna de Novel.

«Eso es porque no te limpias bien la cara.»

Sí, el incuestionable comentario del dermatólogo (o dermatóloga) licenciado en la Universidad de la Vida. Démosle un aplauso y dejémosle marcharse.

Porque tú tienes claro que usando la gelatina exfoliante de Natura Siberica es imposible que tu piel no esté limpia. Y revitalizada.

Y nosotros tampoco lo dudamos. Por eso la defendemos a muerte.

Lo que más nos gusta

• Tiene un fondo bondadoso: está formulada con un 11,8% de ingredientes procedentes de agricultura orgánica, por eso cuenta con sellos que certifican su veracidad y su calidad. Eso sí es ayudar.
• Más natural que los prejuicios: en su composición, cuenta con un 98,7% de ingredientes naturales y vegetales, obtenidos de forma ética y en compromiso con el planeta. Y obviamente, también hay un sello que lo certifica.
• Más suave que los comentarios inoportunos: porque si su interior está hecho con delicadeza, su exterior no podía ser menos. Llega a tus manos con un envase soft-touch de diseño muy cuidado que resulta súper agradable al tacto.
• Te lo pone fácil: porque para difíciles ya están los que te hacen de médicos. Con una tapa en rosca bien asegurada, usarla es tan sencillo como girar un cuarto de vuelta y listo.

Lo que nos enamora

• El efecto suavizante que provoca en la piel tras usarla. Pero suavizante de los de verdad: de esos que al acariciar la cara sientes que no hay nada que pueda estropearlo.
• La textura en gel súper refrescante que calma la piel (y lo que no es la piel) al instante. Le da una inyección de energía y la exfolia con delicadeza, eliminando todas las células muertas y unificando el rostro.
• Su aroma de notas ligeramente cítricas que acaba de convertir este momento en todo un desahogo.

Los culpables de su encanto

• Hidrolato: es un concentrado de vitaminas y microelementos que se extrae de las plantas por destilación. Plantas salvajes que tienen propiedades muy poderosas y cuyo efecto sobre la piel es tal como su cuidado intensivo, dejándola suave y aterciopelada.
• Rhodiola Rosea: es rica en ácidos orgánicos, magnesio, cobre, zinc, aceites esenciales y flavonoides. ¿Su aportación? Le da un pequeño empujoncito a la piel cuando le toca adaptarse a cambios bruscos como el estrés o las temperaturas extremas.
  • Hidrolato orgánico de Rhodiola Rosea: mejora las funciones protectoras naturales de la piel. Tiene un efecto calmante y la protege de la exposición medioambiental. Es decir, de los agentes externos que pueden dañarla.
• Aceite de pino siberiano orgánico: es una fuente única de ácidos poliinsaturados, vitaminas E y F. Traducido en propiedades, significa que produce un efecto nutritivo para la piel y la suaviza.
• Ácido hialurónico: su función principal es la de hidratar intensivamente la piel para incentivar el aumento de su firmeza y elasticidad naturales.
• Vitamina E: es un potente antioxidante que ayuda a retardar el envejecimiento prematuro de la piel. ¿Cómo lo hace? Dándole protección, reduciendo la irritación y activando la síntesis (producción natural) de colágeno para incrementar su elasticidad.
• Además, cuenta con otros componentes naturales que no podemos dejar pasar desapercibidos: extracto de manzanilla orgánica, extracto de caléndula orgánica, polvo de hueso de albaricoque orgánico, extracto de milenrama de recolección silvestre y extracto de schizandra de recolección silvestre.

¿Cómo usarla?

Con toda la energía que tienes reservada para tu momento de liberación (ya sabes que no hablamos solamente de liberar la polución).

Humedece un poco tu piel y aplícate la cantidad equivalente a un hueso de aceituna en las manos. Frótalas entre sí y reparte la gelatina por el rostro con movimientos circulares. Masajea bien durante un minuto, que se vayan todas las angustias. Y después retírala con agua tibia.

Puedes repetir este proceso (y es altamente recomendable) una vez por semana.

Truco de la casa:

Cuando te des el masaje con las manos, procura que esos movimientos circulares vayan de dentro hacia fuera (en dirección de mejillas a orejas) y de abajo hacia arriba. Parece una canción de reggaeton, pero son las indicaciones para favorecer que la piel mantenga su firmeza.

Esta gelatina forma parte de una línea de cuidados para piel sensible. Sumérgete en ella y disfrútala. Tu piel te lo agradecerá.