Concentrado antiedad para piel grasa y mixta | D’Alchemy

Es bonito ver cómo avanza la vida y hay cosas que nunca dejan de estar contigo.

Que siempre te acompañan.

Los días soleados, el amor de las personas a las que quieres, los buenos momentos, los granitos en la cara…

En fin, una infinita variedad de la que no te quieres desprender.

O, quizás, de alguna que otra cosilla sí… ¿verdad?

Seguro que alguna vez has pensado: «ojalá todo en mi vida fuese tan duradero como la grasa que produce mi piel».

No de forma explícita, pero lo habrás deseado. Casi tanto como girar las tornas y no tener que suplicarle al universo para que tu cutis deje de ponértelo difícil.

Porque llegado cierto punto, la lucha ya no es solo contra los brillos y las espinillas. También entran al campo de batalla las arrugas y la flacidez.

Y entonces llega la desesperación. Pero ya sabes lo que dicen: excepto una cosa, todo lo demás tiene solución.

Y nunca te habrías imaginado que te acabarías alegrando de sufrir tal condena si la recompensa es nada más y nada menos que este concentrado antiedad para piel grasa y mixta de D’Alchemy.

Algo bueno tenía que tener pasar por todo ese suplicio durante todos estos años, ¿no?

Lo que más nos gusta

• A dos bandas: nunca esta expresión tuvo un significado tan positivo. Y, además, son dos polos que se retroalimentan entre sí. Por un lado, provoca un efecto lifting: estira la piel y mitiga las señales de la edad y de la producción sebácea excesiva. Por el otro, tiene acción anti-aging: previene la aparición de signos de envejecimiento cutáneo para preservar durante más tiempo los beneficios obtenidos.
• Directo al foco: que, en este caso, es el exceso de grasa. Ese que siempre te ha atormentado. Y ¿cómo lo hace? Mediante fórmulas inimitables. Seleccionando ingredientes naturales activos y estableciendo como base de su composición los hidrosoles o hidrolatos vegetales. Es decir, el jugo que se extrae de determinadas plantas en lugar de agua. ¿Te imaginas lo que esta bomba puede hacer con tus poros abiertos?
• Sin filtraciones: así es como se consigue llegar a la excelencia. Creando un producto maravilloso y conservándolo de la mejor forma posible: con un envase de cristal biofotónico. Obviamente, no tienes por qué saber lo que es, así que te lo contamos: su principal característica es que impide que la luz lo traspase, haciendo que lo que hay en el interior del frasco se mantenga absolutamente aislado de la temperatura exterior y evitando que sus propiedades sean alteradas.

Lo que nos enamora

• Que, por fin, hay alguien que cuida de la piel madura con tendencia a las imperfecciones y de tipología grasa. Con lo que cuesta encontrar algo así y que funcione, ¿verdad? Pues este concentrado cuida de ella, y fíjate lo bien que lo hace: rellena las arrugas, alisándolas y minimizando la posibilidad de reaparición en las zonas más conflictivas; reduce la inflamación localizada producida por la irregularidad sebácea; exfolia y elimina las células muertas que bloquean la correcta oxigenación de la piel y dan lugar a la formación de espinillas y puntos negros y, cómo no, aporta hidratación y da un ligero efecto matificante que neutraliza los brillos propios de un cutis con grasa.
• Textura semi-densa, fácil de trabajar y con gran consistencia. No añade peso a la piel ni reseca, así como tampoco engrasa más, por supuesto. Gracias a los hidrolatos y los extractos naturales que contiene, actúa como un astringente que controla eficazmente la aparición de imperfecciones, generando un efecto antiséptico que alivia las que ya existen y reduce su incisión en el cutis, evitando que se infecten.
• Aroma cítrico, muy suave y con una evidente predominancia del limón. Es ese punto refrescante que tu piel grasa y madura necesita para empezar a sentirse, por fin, totalmente relajada.

Dato curioso: mira si está concentrada en lograr la excelencia, que D’Alchemy numera todas las fórmulas de sus productos y las coloca bien visibles en los envases de cada uno de ellos. A medida que las van actualizando, las numeraciones se van modificando. ¿Se puede ser más perfeccionista?

Los culpables de su encanto

• Hidrosoles de Hamamelis, limón y verbena: la esencia de esta combinación. Gracias a sus propiedades antioxidantes y antisépticas, favorecen la regeneración celular. Se encargan de limpiarla y eliminar las células muertas, a la vez que calman la irritación y aportan suavidad al cutis, aclarando las manchas y dejándolo naturalmente luminoso.
• Aceite esencial de rosa de Damasco: posee distintas propiedades muy beneficiosas para combatir el envejecimiento de una piel grasa. Es regenerador, astringente y cicatrizante, actúa como un tónico que reduce la afección de las irritaciones y las imperfecciones, evitando su reaparición mientras aporta tonificación y devuelve la firmeza a la tez castigada.
• Aceite esencial de naranja: uno de sus principales usos es su empleo para combatir eczemas y psoriasis, debido a su gran capacidad para reducir inflamaciones. Por ello, también es ideal para el tratamiento de pieles grasas con tendencia a generar imperfecciones, puesto que es antiséptico, antibacteriano y antiinflamatorio.
• Aceite de coco: además de sus gran poder hidratante, cosa que probablemente conozcas, es muy útil por sus propiedades bactericidas. Al igual que el aceite de naranja, es idóneo para luchar contra el acné y las erupciones cutáneas, gracias a la gran capacidad de limpieza que posee.
• Aceite de lino: uno más para añadir al carro de los antiinflamatorios. Gracias a su alto contenido en ácidos grasos esenciales, puede luchar eficazmente para mantener la salud de tu piel, liberarla de manchas y devolverle su textura lisa y suave. Además, es súper nutritivo.
• Aceite de argán: es uno de los hidratantes más conocidos, y eso es porque tiene una gran capacidad para proporcionar la humectación necesaria a la piel. Sí, también a la grasa, que como ya sabrás, requiere de hidratación como el resto. Posee ácidos grasos y vitamina E, y eso hacer que, además de mantener la piel suave, ayude a difuminar y eliminar marcas y cicatrices, constituyendo una barrera que protege la piel frente al ataque de los radicales libres.
• Aceite de aguacate: si a estas alturas no conoces el aguacate, es hora de que descubras sus grandes poderes ocultos. Es hidratante, nutritivo y contiene una gran cantidad de vitaminas y antioxidantes que favorecen la sanación de la piel irritada. Ayuda en el tratamiento y la prevención del acné y activa el proceso de regeneración cutánea, logrando un aumento de la producción de colágeno y dando lugar a una mayor firmeza y elasticidad.
• Aceite de jojoba: bienvenida sea la suavidad. Tiene propiedades antioxidantes y, gracias a su gran capacidad de penetración en la piel, neutraliza con eficacia los radicales libre y previene la aparición de las arrugas. Por esto mismo, también es ideal para el tratamiento del acné y la piel grasa.
• Aceite de macadamia: es hora de hidratarse. Si hay algo seguro con este aceite, es que hidrata y suaviza la piel con intensidad y regenera las células cutáneas, eliminando las que mueren y se quedan taponando la superficie. Gracias a ello es un gran aliado en la lucha contra el envejecimiento, puesto que promueve su retraso y, además, minimiza las arrugas y previene su aparición.
• Aceite de piel de limón: ¿te sientes renovada? ¿Refrescada? ¿Revitalizada? Aquí tienes al culpable. Pero no solo aporta frescor a la piel: también tiene propiedades astringentes, antiedad y antisépticas. ¿Cómo es eso? Pues porque es un excelente inhibidor de manchas y marcas y contribuye de forma activa en la reducción de la inflamación así como en la formación de una barrera protectora.
• Aceite de romero: nunca encontrarás un ingrediente efectivo con tanta inmediatez como este. Gracias a sus propiedades antioxidantes, antibacterianas y antiinflamatorias, alivia la piel, la mantiene limpia, fresca y le ofrece hidratación y protección, aumentando así su elasticidad y su calidad de vida.
• Aceite de oliva: y aquí es donde descubres que, además de recetas ideales, también puede sacarle mucha belleza a tu piel. Es hidratante, emoliente (es decir, que ablanda las protuberancias y desinflama) y posee muchas vitaminas. Por ello, tiene gran capacidad de reparación sobre los tejidos dañados. Y ¿qué significa eso? Pues que promueve su regeneración y, por tanto, favorece el retraso del envejecimiento cutáneo.
• Extracto de rosa damascena: además de tener una fragancia estupenda, es una flor con unas propiedades estupendas para tu piel. Es altamente hidratante, lo que la convierte en un calmante natural, especialmente para pieles muy sensibilizadas como la tuya. Además, difumina las marcas del acné y constituye un tratamiento contra las cicatrices y otras imperfecciones que no pasan desapercibidas en tu rostro. Y la guinda del pastel: participa en el proceso retardante del envejecimiento cutáneo.
• Extracto de cola de caballo: no vale solo para las infusiones. Como podrás comprobar, su uso tópico también puede ser maravilloso, puesto que tiene propiedades astringentes y es equilibrante. Eso significa que ayuda a regular la producción sebácea a la vez que controla la aparición de nuevas imperfecciones. Gracias a su intervención, se incrementa la elasticidad de la piel y esta adquiere un aspecto fresco y saludable.
• Extracto de lúpulo: que tu piel grasa se prepare, que viene una bomba de relojería. Es sanador: inflamaciones, erupciones, marcas y comezón se reducen y minimizan gracias a su acción. Es seborregulador, lo cual hace que se estabilice la producción sebácea y se mantenga al nivel mínimo óptimo para que el cutis esté sano. Y, además, refuerza la estructura cutánea, evitando que a través de los poros penetren en ella los radicales libres.
• Extracto de bambú: uno de los ingredientes antiedad más amados mundialmente. Sí, mundialmente. Porque es, en esencia, regenerador y reafirmante, dos de las mejores cualidades que una piel madura necesita para su tratamiento. Ofrece una limpieza profunda de las células muertas y promueve el nacimiento de nuevas, activando la renovación y haciendo así que se incremente la producción de colágeno, elemento indispensable para que el cutis se mantenga firme y elástico.
• Extracto de arándano: ¿qué no tiene este ingrediente? Es rico en vitaminas B y C, contiene minerales y también azúcares. La unión de su fuerza le otorga la maravillosa capacidad de regenerar la piel y asegurarse de mantener en ella los niveles óptimos de colágeno para que no pierda su elasticidad.
• Extracto de guaraná: su mejor cualidad es la seborregulación – que no es poco -. Su acción se centra en recuperar el equilibrio de la producción sebácea y regular así el exceso de grasa en la piel, contribuyendo a reducir la presencia del acné y prevenir su formación.
• Extracto de bayas de espino amarillo: aporta mucha hidratación y le devuelve la elasticidad a la piel, tonificándola y recuperando su buen estado de salud. Además, tiene propiedades antioxidantes, lo cual ofrece una gran protección frente a los radicales libres (incluyendo la radiación solar) y lo convierte en un ingrediente estupendo para prevenir las manchas o la rosácea.
• Extracto de acerola: es un ingrediente con un alto contenido en vitamina C, que tiene poder antioxidante, lo que lo convierte en un gran aliado en la lucha contra el envejecimiento cutáneo. Además, también posee otras vitaminas como la A y la PP y, en conjunto con la C, constituyen un efecto revitalizante que devuelve la firmeza e ilumina la piel cansada y con flacidez.
• Extracto de Camu Camu: es considerado un superalimento para la piel. Y es que su acción se centra en dos funciones: por un lado, gracias a sus propiedades antioxidantes, representa una protección natural para las células cutáneas frente a las agresiones externas propiciadas por los radicales libres; por otro, su contenido en melanina reduce la hiperpigmentación, haciendo que sea un aliado contra las manchas. Y, por si todo esto no era poco, también es hidratante y rejuvenecedor.
• Extracto de centella asiática: la hidratación de cualquier piel, incluida la grasa, es muy necesaria, y este ingrediente lo sabe. Por eso contribuye enormemente a restablecer su nivel de humectación a la vez que reduce visiblemente las arrugas. Además, es antiinflamatorio y antibacteriano, por lo que ayuda a recuperar la textura de la piel, alisándola y calmándola, y evita que los radicales libres penetren en ella. Sin olvidar que estimula la producción de colágeno, haciendo que el cutis incremente su flexibilidad.
• Extracto de pino: vendría a ser una forma natural de purgar la piel. Es limpiador, regenerador del tejido celular y antioxidante. Su acción sobre el cutis contribuye a regular la secreción sebácea y protegerla de los efectos de la exposición a la luz solar, consiguiendo suavizar su superficie y recuperar su densidad.

¿Cómo usarlo?

Siguiendo la norma del cepillo de dientes: al menos, dos veces al día (en este caso no hace falta que sean tres, igual eso ya es pasarse).

Después de limpiar cara y cuello, aplica la cantidad equivalente a una avellana – por zona – sobre la piel seca. Hazlo con las yemas de los dedos y dando toques muy suaves. Eso sí, evita el contorno de ojos, que para eso ya tenemos otros productos igual de fantásticos que este.

Truco de la casa:

Los motivos por los que te recomendamos dar toques en lugar de hacer movimientos circulares, como suele ser habitual, son dos:

1. Tratar tu piel con suavidad es importante, especialmente cuando está irritada.
2. Aplicarlo de esta forma favorece una mejor absorción del producto. Sobre todo, si antes de colocarlo sobre la piel lo frotas un poquito entre las yemas de los dedos (de esta manera lo calientas y su temperatura se asemeja más a la del cuerpo).