Igual es cosa nuestra, pero no te parece que a medida que crecemos… ¿como que nos volvemos un poco más obsesivos?
Y, sobre todo, pecamos de sobredisciplinados.
Es una palabra que probablemente acabemos de inventarnos, pero a lo que venimos a referirnos es a eso de: esto tiene que ir aquí, lo otro tiene que hacerse así, este horario tiene que cuadrarse asá y aquella rutina tiene que seguir siempre estos pasos.
Incluso llega a ser agotador. Especialmente, para quien nos sufre todas las horas del día. ¿Un ejemplo? Nuestra piel.
Está genial no fallar con las cremas, seguir todos los pasos del maquillaje y protegernos bien del sol.
Pero ¿qué pasa con la limpieza?
Existe una falsa creencia popular de que la limpieza solo debe hacerse cuando una se maquilla. O cuando la suciedad es muy visible.
Pero resulta que todo en exceso es malo. Incluso las cremas que nos ponemos a diario. Y cuando acumulamos capas y capas de producto a las que se van sumando las células muertas, la contaminación y las propias segregaciones de la piel… toman lugar las imperfecciones.
Y entonces nos estresamos. Más de lo que ya lo hacemos con nuestras veintisiete pautas vitales.
¿Qué necesidad hay? Qué necesidad, cuando todo eso se podría evitar usando este gel limpiador facial un par de veces al día.
Puestos a ser disciplinados, hagámoslo con todo el arsenal a nuestro favor, ¿no?
Lo que más nos gusta
- Es tranquilizador: cosa que, cuanto más pasa el tiempo, más valoramos y más falta nos hace. Y lo es porque posee una fórmula basada en la honestidad y la naturalidad. Creada con ingredientes no testados en animales, apta para personas veganas y totalmente libre de parabenos, sulfatos de tipo SLS y SLES, aceites minerales, petrolato, parafina, siliconas, lanolina, secantes sintéticos (como el jabón), fragancias sintéticas… en fin, sin un solo componente que no lleve de apellido el adjetivo «beneficioso».
- De buenas costumbres: como debe ser. Tan buenas como las que requiere crear una formulación cuya base sea el agua purificada desmineralizada. ¿Qué tiene de especial respecto al agua «normal»? Pues que permite darle mejor consistencia a los extractos vegetales de la formulación y hacer que su concentración de propiedades sea más elevada, además de contribuir activamente en la penetración de los ingredientes activos en la piel. Y eso no se consigue si no hay una intencionalidad detrás. Como la tuya de no perder el norte, por ejemplo.
- Buscando la excelencia: y de qué manera. Cuando hablamos de cosmética, podríamos decir que la excelencia sería un producto que además de cumplir su función mejore las expectativas, por ejemplo. Pues bien, podríamos decir también que este es su caso, y la razón es muy sencilla: vegetales. ¿Cómo que vegetales? Como que esos son los principios activos de su fórmula. Sin trucos, sin aditivos innecesarios. Solo extractos de plantas y aceites esenciales.
Lo que nos enamora
- Lleva a cabo un efecto de limpieza profunda en todo tipo de pieles maduras: desde las sensibles hasta las secas, muy secas, grasas o mixtas con imperfecciones. Retira la suciedad y los restos de maquillaje sin irritar el cutis, haciendo una pequeña exfoliación que retira las células muertas y eliminando el exceso de grasa. Y todo ello respetando el pH natural y, en consecuencia, sin producir alteraciones en su equilibrio. Porque bien sabemos que la estabilidad es muy importante.
- Tiene una textura en gel muy ligera y suave, cuidadosa con la piel y nada pesada. Resulta súper agradable y refrescante, se esparce con facilidad y, pese a su baja densidad, tiene una gran cobertura. Su potencial es tan grande que no se limita a eliminar las impurezas, también abre los poros y extrae la suciedad que los bloquea, alivia tanto la irritación como los efectos secundarios del acné, combate las imperfecciones sin resecar y deja la superficie cutánea lista para la hidratación.
- Aroma refrescante, claramente cítrico y con gran personalidad. Aunque te parezca algo insignificante, es una de las cosas que hacen que este gel no sea un mero limpiador, porque potencia enormemente la sensación de liberación al retirarlo de la piel.
Dato curioso: mira si está concentrada en lograr la excelencia, que D’Alchemy numera todas las fórmulas de sus productos y las coloca bien visibles en los envases de cada uno de ellos. A medida que las van actualizando, las numeraciones se van modificando. ¿Se puede ser más perfeccionista?
Los culpables de su encanto
- Aceite esencial de mandarina: tiene un efecto antiséptico que hace de purificador y elimina las impurezas de la piel, así como también ayuda a reparar el tejido dañado y reducir las imperfecciones derivadas de la falta de hidratación. Es considerado uno de los mayores remedios para el acné, ya que tiene acción relajante, y contribuye a reducir las marcas que provoca.
- Aceite esencial de pomelo: es uno de los principales activos de esta formulación. Es astringente y funciona genial para exfoliar. Eso significa que evita que la piel segregue más grasa de la cuenta a la vez que limpia los poros y fomenta la regeneración de la piel, haciendo que se eliminen las células muertas así como la suciedad que bloquea la correcta oxigenación de la epidermis.
- Aceite esencial de naranja: uno de sus principales usos es su empleo para combatir eczemas y psoriasis, debido a su gran capacidad para reducir inflamaciones. Por ello, también es ideal para el tratamiento de pieles grasas con tendencia a generar imperfecciones, puesto que es antiséptico, antibacteriano y antiinflamatorio.
- Aceite esencial de sándalo: su acción no se queda en las capas más superficiales de la piel, ya que tiene una gran capacidad de penetración y hace que pueda actuar de forma más profunda. Es antiséptico y además contribuye a que la piel haga una correcta absorción de los nutrientes.
- Aceite esencial de cedro: favorece de forma activa la eliminación de toxinas de la piel. Contribuye a mantenerla saludable y estimula la circulación sanguínea, haciendo que incremente de forma natural la producción de colágeno y provocando una tonificación duradera.
- Extracto de manzana: cuando dicen que las manzanas son buenas para todo, no mienten. Poseen un alto contenido de alfa-hidroxiácidos que, traducido a nuestro idioma, significa que es un ingrediente con capacidad exfoliante (muy suave) que elimina las células muertas y reduce visiblemente manchas, promoviendo la síntesis de colágeno y minimizando los signos de expresión, también conocidos como arrugas.
- Extracto de ginseng: es otro de los ingredientes número uno en la lucha antiedad. Los principios activos que contiene su raíz estimulan la producción de colágeno, incrementando la elasticidad de la piel y recuperando su firmeza a la vez que la protege de los radicales libres y la radiación solar.
- Extracto de melocotón: es una de aquellas frutas reconocidas por su poder rejuvenecedor. Es rico en fibra, agua, vitaminas A, B, C y E, carotenos, minerales y antioxidantes. Eso, en propiedades, se traduce en un refuerzo para la producción de colágeno, un protector que mantiene la piel a salvo de los radicales libres y un reductor de impurezas y toxinas. Además, previene la aparición de arrugas, preserva la elasticidad y elimina las manchas.
- Extracto de cebada: es el elemento detox de este combinado. Se dedica a eliminar las toxinas que se alojan en la piel y provocan su envejecimiento, haciendo así que se ralentice su avance y reduciendo la inflamación y la presencia de imperfecciones. Además, es emoliente y antioxidante, por lo que crea una barrera protectora que evita que los agentes dañinos externos puedan penetrar de nuevo en ella.
- Extracto de trigo: es un antioxidante natural. Gracias a esta propiedad, lucha de forma activa contra el envejecimiento de la piel, reduciendo las manchas y previniendo su aparición, a la vez que reafirma el cutis y restaura su flexibilidad.
- Extracto de algas marinas hidrolizado: es un combativo natural contra el acné. Tiene efecto antiinflamatorio, por lo que reduce la inflamación – como su nombre indica – provocado por esta afección, además de ser hidratante. Ayuda a equilibrar la secreción sebácea y alivia el cutis dañado por los brotes acneicos.
- Extracto de papaya: no solo vale para hacer zumos riquísimos. Resulta que a la piel también le sienta genial: es hidratante, suavizante, exfoliante y tiene capacidades regeneradoras. Su principal enzima, la papaína, contribuye a unificar el tono y proporciona una gran dosis de hidratación y suavidad.
- Extracto de granada: gracias a su presencia en esta combinación, la piel se muestra súper agradecida después de utilizarlo. ¿Por qué? Pues porque tiene capacidad oxigenante y eso ayuda a fomentar una mejor absorción de los nutrientes y una mayor hidratación, que se traduce en un cutis suave y de aspecto saludable.
¿Cómo usarlo?
Fácil y rápido, como todo lo que funciona bien.
Humedece la piel de rostro y cuello. Aplica una pulsación de gel sobre las manos y repártela con ambas por todas las zonas a limpiar. Masajea suavemente hasta formar espuma y después retíralo todo con agua tibia.
Y ya que estás, seca la piel a toquecitos, sin arrastrar, para evitar irritarla nuevamente.
Truco de la casa:
Lo mejor que puedes hacer para darle a tu piel madura un extra de tonificación es prestarle mucha atención al masaje a la hora de aplicar. «¿Qué? ¿Solo eso?» Pues sí. Solo eso. Y la razón es muy sencilla: al hacer el movimiento circular, estimulas la circulación sanguínea e incentivas la producción natural de colágeno. Eso da lugar a un incremento de la elastina y, en consecuencia, una mayor permanencia de la flexibilidad en tu piel.
Además, si los movimientos son ascendentes (de abajo hacia arriba) contribuyes a evitar que la piel vaya adquiriendo flacidez.
