Exfoliante corporal revitalizante | Natura Siberica

Pisar fuerte cansa.

Alguien tenía que decirlo.

Y no porque una se canse de ser una auténtica diosa. De eso cuesta cansarse, la verdad. Pero estar siempre en lo más alto cuesta.

Sobre todo cuando llevas tacones.

Ahí, encima del andamio todo el día. A varios centímetros del suelo. Manteniendo la espalda recta y la cabeza alta.

Pues claro, a una se le acaban cargando los gemelos. La circulación no fluye bien y la piel se acaba resecando.

Esa es la dura realidad detrás de una imagen ideal. Somos personas con cuerpos normales. Parecemos diosas, sí, pero somos de la Tierra.

Y por la tierra acaba nuestro cutis después de muchas jornadas de trabajo.

Por eso, limpiarlo con este exfoliante corporal revitalizante debería formar parte de nuestras rutinas.

Porque, amiga, te han engañado: para presumir no siempre hay que sufrir.

Lo que más nos gusta

• Excepcional: como tú. Creada con ingredientes únicos y especiales cuyas propiedades son usadas de forma muy específica. Porque qué tiene una colección si no existe en ella algo que la haga interesante. En este caso, cada uno de los productos que la compone está basado en un elemento principal cuyo potencial es la esencia de su acción. Caviar de Rusia, Cedro Blanco, Rosa Ártica, Abedul de Plata… auténticas joyas de la naturaleza.
• De belleza nórdica: esa que tanto nos gusta. Delicada, femenina, sencilla, con un punto de majestuosidad. Esa es la inspiración que rodea esta colección, que fue diseñada originalmente pensando en el corazón de Dinamarca: Copenhagen. Una línea que emula la hermosura de este país y los preciosos parajes que hay en él.
• Con elegancia natural: como la que puedes encontrar en ti por mucho que pasen los años. Porque está creada con algas de las Islas Faroe y plantas y bayas siberianas de origen silvestre. ¿Dónde encontrarás más pureza? Pues quizás lo hagas en tu interior después de ver que, con esta colección a tu lado y, con lo que tú quieras, hay belleza en cada parte de tu ser. Qué profundo nos ha quedado eso, ¿verdad?

Lo que nos enamora

• El resultado que deja en la piel: un cutis limpio, suave y revitalizado. Se conoce como el exfoliante de las moras del zar, el por qué ya te lo puedes imaginar, pero te lo contamos por si acaso. Limpia la piel con delicadeza y estimula su metabolismo, la hidrata y la nutre y la llena de energía. Como que de la noche al día… tu cutis recupera toda su vivacidad.
• Textura yogur, muy cremosa, ligera y suave. Acaricia la piel con cuidado y le da una capa de deliciosas vitaminas y elementos que la nutren en profundidad a la par que regeneran las células que hay en ella. A medio camino entre la limpieza y la hidratación, aplicarlo resulta casi tan placentero como darse un automasaje.
• Aroma intenso, con una fuerte presencia de las moras y un carácter propio muy especial. Tan potente como tú. Tan exquisito como estar a tu altura.

Los culpables de su encanto

• Extracto de moras: además de tener un aroma y un sabor súper característicos (y ricos), este fruto es especial por su alto contenido en componentes beneficiosos como son los ácidos orgánicos vitales, microelementos, taninos o pectinas. Además de las vitaminas C, B, P, A, K y E. Todos ellos les otorgan propiedades antioxidantes que, por si no lo sabes, protegen a la piel frente a daños externos o provocados por los radicales libres, y le aportan nutrición e hidratación. Su paso por tu cutis significa que termine más flexible, sedoso y con un aspecto rejuvenecido.
• Complejo de saponinas, taninos y fitoncidas: se encuentran ubicados en las hierbas silvestre de recolección sostenible. Su función es calmar la piel, y aportarle un tacto suave y aterciopelado.
• Extracto de algas de las Islas Faroe: una de las mejores virtudes que tienen las algas es su aporte nutritivo. Por un lado, muchas vitaminas: A, B1, B2, B6, B12, C y E. Y, por otro, microelementos y yodo, que hacen que tu piel esté más tersa y suave, porque la hidratan y la nutren en profundidad, consiguiendo restablecer su equilibrio hídrico.

¿Cómo usarl0?

Con menos frecuencia que los tacones y más que el chándal de andar por casa.

Limpia tu piel y déjala un poquito humedecida. Aplícalo directamente sobre la misma y empieza a masajear con movimientos circulares durante varios minutos. Nosotros te recomendamos que lo hagas por zonas, ya que es una forma que te permite trabajar la piel poco a poco y conseguir mejores resultados. Cuando hayas terminado, retíralo con agua fría o tibia (nunca caliente) y seca tu piel con suavidad.

Truco de la casa:

La clave para lograr un buen efecto en un producto como este son los movimientos. Además de hacerlos circulares, con las yemas de los dedos y ejerciendo cierta presión, es recomendable que los realices de forma ascendente. Así favoreces la tonificación de la piel y retrasas la aparición de la flacidez.

Este exfoliante forma parte de la colección NS Copenhagen. Mete el hocico en ella y no lo saques hasta que te sientas como una divinidad nórdica. No te engañes, conseguirlo es tan sencillo como ir probando cada uno de sus productos.