¿Sabes lo que es el segundo pavo?
Te lo explicamos rápido: es lo que tienes tú.
No, no te estamos llamando niñata, tranquila.
A lo que venimos a referirnos es a que, en determinado momento de la vida, cuando crees que las hormonas son solo cosas de adolescentes, viene tu cuerpo y te sorprende.
Te sorprende revolucionando de nuevo tu piel, porque sí. Porque así es la vida y si no te gusta es lo que hay.
Bueno, o no. Si no te gusta, puedes optar por no aceptarlo sin más y combatir el envejecimiento prematuro.
¿Cómo? Nunca fue tan fácil: con esta crema protectora del envejecimiento y las manchas de D’Alchemy.
Y, mientras tanto, si quieres aprovechar el tirón y sacar a tu adolescente interior, oye… por qué no.
Lo que más nos gusta
- Sobrepasando las expectativas: esto no es una simple crema antiedad. Es ciencia para tu piel, porque el principio de su formulación se basa en reconstruir las células de tu cutis de forma natural. ¿Cómo? Aportándole una proteína que se pierde con el tiempo, la sirtuina. Básicamente, su presencia en tu organismo es la que regula los procesos metabólicos, entre los que se encuentra el envejecimiento cutáneo. Llegado cierto punto, un aporte extra de este componente le dará un empujón a tus células para que se regeneren y recuperen un poquito de juventud.
- Dominando la técnica del mixing: y, además, haciéndolo de una manera magistral. Mezclar por mezclar no basta, hay que hacerlo con intención y [con]ciencia, por ello aquí encontrarás una selección de ingredientes activos de origen natural y vegetal tan potentes como curiosos (algunos proceden del mar, otros son extractos tropicales y otros simplemente impresionantes), que combaten a nivel experto cada una de las imperfecciones causadas por las hormonas.
- Preservando lo primordial: que, sin duda, son las cualidades del producto. No nos malinterpretes, todo tiene su explicación. Su envase está fabricado con cristal biofotónico, el cual destaca por bloquear la luz y mantener el contenido del frasco aislado, literalmente, del exterior. Eso favorece que sus propiedades se mantengan intactas y, en consecuencia, puedan trasladarse a tu piel sin ningún tipo de alteración. Y, por supuesto, mantenerse intactas durante más tiempo. Está claro cuál es el beneficio real ahora, ¿verdad?
Lo que nos enamora
- Su acción se centra especialmente en las pieles maduras y sensibles, con mucha sequedad y signos visibles de envejecimiento marcado por el cambio hormonal. Por ello, contiene una selección de ingredientes activos de origen natural que se focalizan en regenerar el cutis, rellenar las arrugas, reforzar la estructura cutánea y tonificarla, haciendo que se sienta más tersa y recupere tanto su densidad como su grosor, abandonando así la sensación de flacidez.
- Textura semi-densa, consistente y muy rica. No engrasa, se absorbe rápido y es muy suave con la piel, lo que la convierte en una opción ideal para las más sensibles, incluso para aplicarla en el contorno de los ojos, y el hecho de poder trabajarla con facilidad hace que tu rutina diaria se haga mucho más placentera. Además, su paso por el cutis no tarda en hacer acto de presencia, puesto que reduce las manchas (hiperpigmentación) y unifica el tono de rostro y cuello.
- Aroma muy suave y agradable, con notas tan dulces como cítricas. Tiene una tendencia floral que lo hace muy delicado y que, sin duda, hace que su aplicación sea un verdadero oasis de paz para tu piel.
Dato curioso: mira si está concentrada en lograr la excelencia, que D’Alchemy numera todas las fórmulas de sus productos y las coloca bien visibles en los envases de cada uno de ellos. A medida que las van actualizando, las numeraciones se van modificando. ¿Se puede ser más perfeccionista?
Los culpables de su encanto
- Hidrosoles de rosa de Damasco, verbena y limón: contribuyen a incentivar la regeneración de la piel, eliminando las células muertas y promoviendo la circulación sanguínea. Tonifican el cutis y restauran los niveles de elastina, reduciendo así las arrugas y recuperando la firmeza.
- Aceite esencial de rosa de Damasco: también es regenerador, por lo que ayuda de forma activa a la renovación de la piel. Tiene acción calmante, de modo que alivia eficazmente la irritación producida por las imperfecciones, y además es muy nutritivo.
- Aceite esencial de sándalo: su acción no se queda en las capas más superficiales de la piel, ya que tiene una gran capacidad de penetración y hace que pueda actuar de forma más profunda. Es antiséptico y además contribuye a que la piel haga una correcta absorción de los nutrientes.
- Aceite esencial de lavanda: es un antiinflamatorio natural buenísimo. Reduce la inflamación y la hinchazón, así como el enrojecimiento habitual en pieles sensibles. Además, tiene propiedades equilibrantes que ayudan a nivelar la producción de grasa y la humectación de la piel, así como tonificantes, que reducen la flacidez y recuperan la firmeza, o antibacterianas, que contribuyen a mantener los poros limpios y sin obstrucciones.
- Aceite esencial de clavo: antiguamente ya era conocido por sus propiedades sanadoras, y es que no es para menos, puesto que es antiséptico y evita posibles infecciones. Pero la cosa no queda ahí, porque aplicándolo sobre la piel tiene tales efectos como la tonificación, la reducción de las verrugas así como los efectos del acné y, cómo no, la eliminación de las arrugas.
- Aceite de argán: contiene una gran diversidad de ácidos grasos y vitamina E, lo cual hace de este ingrediente una opción ideal para cuidar la piel madura. Es altamente hidratante, suavizante y además facilita la absorción de la crema sin añadir viscosidad.
- Aceite de semilla de jojoba: tiene una gran capacidad de penetración y, además, es antioxidante. Eso significa que mantiene la piel protegida de la acción de los radicales libres a la par que reduce las arrugas y previene su aparición.
- Manteca de karité: como ya sabrás, tiene un gran poder hidratante. La humectación que proporciona a la piel ayuda de forma activa a regenerarla y recuperar su elasticidad, haciendo que se mantenga más firme y suave, logrando un aspecto rejuvenecido.
- Extracto de bayas de espino amarillo: aporta mucha hidratación y le devuelve la elasticidad a la piel, tonificándola y recuperando su buen estado de salud. Además, tiene propiedades antioxidantes, lo cual ofrece una gran protección frente a los radicales libres (incluyendo la radiación solar) y lo convierte en un ingrediente estupendo para prevenir las manchas o la rosácea.
- Extracto de acerola: es un ingrediente con un alto contenido en vitamina C, que tiene poder antioxidante, lo que lo convierte en un gran aliado en la lucha contra el envejecimiento cutáneo. Además, también posee otras vitaminas como la A y la PP y, en conjunto con la C, constituyen un efecto revitalizante que devuelve la firmeza e ilumina la piel cansada y con flacidez.
- Extracto de guaraná: es un energizante natural. Combate los signos de cansancio y ayuda a restituir la vitalidad en pieles apagadas. Además, tiene efecto seborregulador, que actúa como equilibrante y controla que los niveles de producción de grasa sean los correctos, evitando así la aparición de imperfecciones derivadas de su exceso.
- Extracto de arándano: de igual modo que ocurre con otros ingredientes de esta composición, posee propiedades antioxidantes. Protege a la piel del deterioro provocado por los radicales libres y contribuye a aumentar la producción de colágeno, recuperando su elasticidad y su firmeza.
- Extracto de algas pardas: por si no lo sabías, este tipo de alga es conocida por sus propiedades blanqueantes. Con esto no queremos decir que te laves los dientes con esta crema, sino que reduce notablemente la presencia de las manchas en la piel y ayuda a unificar el tono.
- Gluconolactona: como todo lo que tiene nombre largo, es muy complejo. Es un hidroxiácido que, en realidad, se puede encontrar de forma natural en la piel. Tiene un papel fundamental para su bienestar, y es que no es el santo grial de las pieles sensibles porque sí. Fortalece la barrera cutánea, ayuda a regenerar las células de la piel y reduce la visibilidad de los signos del envejecimiento, eliminando las rojeces y la irritación, aportando tonificación y dejando un aspecto luminoso y saludable.
- Extracto de manzana: cuando dicen que las manzanas son buenas para todo, no mienten. Poseen un alto contenido de alfa-hidroxiácidos que, traducido a nuestro idioma, significa que es un ingrediente con capacidad exfoliante (muy suave) que elimina las células muertas y reduce visiblemente manchas, promoviendo la síntesis de colágeno y minimizando los signos de expresión, también conocidos como arrugas.
- Extracto de durazno: posee una gran cantidad de antioxidantes y de betacaroteno, y ya sabes lo que eso significa. ¿No? Pues, en pocas palabras, una ralentización del envejecimiento de la piel. Contribuye de forma activa a reducir las imperfecciones de la piel, así como las manchas, y además es un gran estabilizador para las pieles secas.
- Extracto de trigo: un antioxidante más al saco. Gracias a esta propiedad, lucha de forma activa contra el envejecimiento de la piel, reduciendo las manchas y previniendo su aparición, a la vez que reafirma el cutis y restaura su flexibilidad.
- Extracto de cebada: es el elemento detox de este combinado. Se dedica a eliminar las toxinas que se alojan en la piel y provocan su envejecimiento, haciendo así que se ralentice su avance y reduciendo la inflamación y la presencia de imperfecciones. Además, es emoliente y antioxidante, por lo que crea una barrera protectora que evita que los agentes dañinos externos puedan penetrar de nuevo en ella.
- Extracto de ginseng: es otro de los ingredientes número uno en la lucha antiedad. Los principios activos que contiene su raíz estimulan la producción de colágeno, incrementando la elasticidad de la piel y recuperando su firmeza a la vez que la protege de los radicales libres y la radiación solar.
- Extracto de margarita eléctrica: no diremos que es una especie de botox natural, pero los efectos que ejerce sobre la piel son similares, puesto que actúa cohibiendo la contracción de los músculos y dando lugar a un cutis más liso por la reducción de formación de arrugas. Además, contiene antocianinas, flavonoides, polifenoles y saponinas. En conjunto, se encargan de aclarar la piel, reduciendo la presencia de manchas oscuras y aportando luminosidad, aliviar la inflamación y reducir la flacidez, a la vez que la protegen de los agentes externos – e internos – que la deterioran progresivamente.
¿Cómo usarla?
De una forma tan sencilla como la que ella actúa sobre tu piel.
Sin complicaciones: aplica una pequeña cantidad sobre el rostro, el cuello y el escote limpios y secos (sí, da para eso y más). Realiza suaves movimientos circulares (masajea, vaya) y deja que tu piel lo goce y la absorba.
Truco de la casa:
Cuando decimos lo de aplicar las cremas haciendo un masaje no es cosa de un capricho. Es un acto que estimula la circulación sanguínea y favorece que la piel active un proceso de regeneración natural. Con lo cual, no solo absorbe el producto que le estás dando, sino que, además, está produciendo elementos beneficiosos por sí misma.
Otro hábito interesante es el de frotar la crema ligeramente entre los dedos antes de aplicarla sobre la piel del rostro, cuello y escote. De esta manera, lo que consigues es elevar su temperatura y asemejarla a la de tu cuerpo, facilitando así la absorción de los nutrientes.
