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Ácido hialurónico: el ingrediente que brilla

ácido hialuronico

Ácido hialurónico: el ingrediente que brilla

No es magia. No es un milagro. Ni tampoco una casualidad. Aunque parezca mucho más, tan solo es un ingrediente, y se llama ácido hialurónico.

Índice del artículo

Encantada de conocerte, ácido hialurónico

Seguro que has oído hablar de él. Seguro que te has hecho preguntas. O incluso puede que te hayas planteado incluirlo en algún tipo de rutina facial. Pero ¿conoces bien hasta qué punto este ingrediente puede jugar a tu favor? Nosotros sí.

Y, como somos tan generosos, hemos decidido compartirlo contigo.

Dentro artículo sobre el famosísimo, aclamadísimo y cotizadísimo ácido hialurónico.

El idilio del ácido hialurónico con tu cuerpo

Conocido como el mejor hidratante por excelencia, el ácido hialurónico es una molécula que se produce de forma natural en nuestra piel, tejidos y órganos del cuerpo. Se puede encontrar en la epidermis, cartílagos, líquido sinovial, ojos… Es viscoso y elástico y su función básica es la de rellenar los espacios entre células de los tejidos blandos de nuestro body. Gracias a esta sustancia tenemos volumen, hidratación y elasticidad natural. Asimismo, el ácido hialurónico favorece la creación del colágeno (que, como bien sabrás, es imprescindible para mantener una buena flexibilidad cutánea).

La principal característica de este componente es que tiene una gran capacidad de atraer y retener moléculas de H2O. Para ser exactos, es capaz de absorber 1000 veces su peso en agua. Esto significa que tiene un magnífico poder hidratante y que, gracias a él, tu piel adquiere una textura jugosa y no se reseca.

Tiene distintas funciones según en qué zona lo encontremos:

  • En el cutis actúa como agente hidratante y ayuda a mantenerla joven.
  • En las articulaciones contribuye a evitar fricciones dolorosas.
  • En los cartílagos funciona como reconstituyente.

El imprescindible en la lucha contra el envejecimiento

A medida que la persona envejece, la producción de ácido hialurónico disminuye. Como consecuencia, la piel pierde hidratación y, por lo tanto, también elasticidad y firmeza. Es en este punto cuando empiezan a aparecer arrugas, ya que la piel pierde consistencia y volumen. Lo mismo ocurre en las articulaciones y cartílagos, que con el tiempo se vuelven más rígidos y resulta mucho más fácil que se rompan o se sienta dolor con cada movimiento. Por eso, el ácido hialurónico es una sustancia clave para el buen funcionamiento de la piel y los tejidos.

Curiosidad: a partir de los 35 años, nuestra piel comienza a cambiar y es precisamente debido a la disminución de producción de ácido hialurónico. A la edad de 50 años solo se mantiene un 50% del ácido hialurónico corporal.

El ácido hialurónico se hizo muy famoso cuando se empezó a utilizar para tratamientos estéticos y rellenos dérmicos, pues se dice que es la sustancia ideal para recobrar la juventud. Su capacidad de atraer y retener el agua ha hecho que se convierta en el producto clave para la cosmética y medicina estética.

Un poquito de historia: los orígenes del ácido hialurónico

En 1934 los dos científicos de la Universidad de Columbia (Nueva York) Karl Meyer y John Palmer aislaron una sustancia, hasta entonces no conocida, del tejido ocultar de las vacas. Descubrieron que esta sustancia contenía dos moléculas de azúcar, de las cuales una era ácido urónico. Al ver que podía ser útil para un uso curativo, decidieron ponerle nombre y la llamaron ácido hialurónico: este nombre surgió de la unión del hialoide y ácido urónico. Sin embargo, no le sacaron provecho económico porque no les parecía una opción de comercialización muy viable.

Pasaron menos de diez años hasta que Endre Balazs, en 1942, decidiera retomar la idea primeriza para extraer este mismo ácido de las crestas de los gallos, dando lugar a un nuevo compuesto: el sucedáneo de clara de huevo. Un «ingrediente» que patentó y el cual consiguió instaurar de tal manera que sigue siendo utilizado a día de hoy. Aún así, está claro que no sería esa la revolución que supondría el ácido hialurónico para la cosmética. Esa llegó más tarde todavía, concretamente en 1996, cuando se empezó a inyectar para incrementar el volumen y la hidratación de determinadas zonas del rostro (como los labios, por ejemplo).

A partir de entonces, su uso se expandió tanto que ya ves, aquí estamos, tú leyendo su historia y nosotros contándotela. Eso sí, puedes estar tranquila porque, aunque en su inicio el origen fuese animal, en nuestros tiempos ya se usan otras técnicas para obtenerlo que no implican ningún sufrimiento para ningún ser vivo, puesto que se extrae de cereales o celulosa.

Ahondando todavía más: ¿de dónde sale el ácido hialurónico?

Las principales fuentes naturales de obtención de ácido hialurónico son: las crestas de gallos, las aletas de tiburón, los cartílagos de las articulaciones vacunas y los residuos del procesado de pescado (intestinos, ojos), entre otros, aunque según parece, la fuente más provechosa es la cresta de gallo. Eso no significa que tengas que obtenerse siempre de estas fuentes, ya que – por suerte – las hay totalmente alternativas e inofensivas. Vamos a dejarlo claro; cuando hablamos de origen, en cosmética visualizamos estas dos opciones:

  • Origen animal: es el que suele usar la «cosmética convencional», que obtiene el ácido hialurónico de la cesta de los gallos.
  • Origen vegetal: las marcas que se decantan por usar ingredientes 100% vegetales optan por esta opción. Con ella, al ácido hialurónico se obtiene a través de un proceso de biosíntesis a partir de cereales y celulosa. Se conoce como NASHA (Non Animal Stabilized Hyaluronic Acid) y, además de ser vegana, es una modalidad respetuosa con el medio ambiente.

Leyendo esto puede que te hayas quedado con la mosca detrás de la oreja y estés pensando: «esto significa que todas las cremas que tengo con ácido hialurónico han llevado a cabo prácticas poco éticas para obtenerlo? Pues es posible, por mucho que en sus etiquetas ponga «cruelty free». Si quieres estar segura de usar productos no dañinos para los animales, lo más sencillo es verificar que sean veganos (ya sea revisando sus certificaciones o bien consultándolo con la marca).

No hace falta que te digamos cuál preferimos nosotros, ¿verdad?

Sus mil y un beneficios para la piel

No es que tengamos alguna preferencia especial, pero hay pieles (y lo que no son pieles) muy envidiadas que presumen de usarlo a diario. Vamos a ver si fardan con razón o es puro farol:

  • La función principal del ácido hialurónico es hidratar en profundidad, sus propiedades facilitan y mantienen la humedad, reparan la piel y luchan contra los signos visibles del envejecimiento. Es por lo que sirve para tratar desde el inicio la fase de aparición de arrugas, evitando que profundicen en el rostro y reafirmando los contornos faciales.
  • El ácido hialurónico es un nutriente inteligente. Ajusta la cantidad de absorción de la humedad dependiendo de la temporada y el clima.
  • Proporciona un aspecto juvenil y saludable. Suaviza la piel y re-hidrata la epidermis.
  • Estimula la producción de nuevas células, como por ejemplo las células de colágeno, que son tus mejores aliadas para no perder la elasticidad.
  • Se considera un ingrediente oil-free. El ácido hialurónico es hidrosoluble, por lo que no va a provocar más sebo en tu piel ni taponar los poros. Por eso mismo también, es ideal para la piel grasa y propensa al acné, ya que mitiga sus cicatrices y proporciona una hidratación muy ligera.
  • Actúa como sustancia calmante para piel sensible y con rojeces.
  • Al ser una sustancia de relleno, ayuda a reducir las cicatrices y las manchas de la piel, así como las arrugas (incluyendo las más profundas).
  • Ayuda a incrementar la densidad dérmica (el volumen de la piel), debido a que crea espacios para depositar el colágeno. Así, consigue que quede más tersa y suavizada.

Visto lo visto, igual tenemos que empezar a creernos lo que nos cuentan al respecto…

Hay que apreciar la diferencia entre la acción del ácido hialurónico usado en la cosmética y el inyectado por un profesional. Son modalidades totalmente distintas y, en consecuencia, sus resultados también varían.

¿Arrugas? ¿Dónde? El ácido hialurónico las borró todas…

Si hay algo que todos tenemos claro es que el ácido hialurónico es más que recomendable para combatir las arrugas.

Pero no basta con afirmarlo. Hay que demostrarlo. Así que ahí va un listado rápido de las zonas en las que el ácido hialurónico cumple con su misión:

  • Líneas de expresión de los ojos o patas de gallo: la mirada bonita, joven y luminosa volverá gracias a su aplicación.
  • Contorno y comisura de los labios.
  • Pómulos: aporta volumen facial y realza los contornos.
  • Alrededor de la boca o arrugas labiales.
  • Líneas de expresión a ambos lados de la nariz y la boca.
  • Líneas de expresión ubicadas en la frente.

Yo me lo guiso, yo me lo como: cómo aplicar el ácido hialurónico

Productos cosméticos

Cuando el ácido hialurónico se aplica directamente sobre la piel, forma una capa permeable al aire y penetra en la dermis aumentando su elasticidad y su hidratación. Lo más importante para conservar sus efectos es evitar productos que contengan ingredientes secantes, ya que lo único que harán será echar por suelo todo lo que estás consiguiendo previamente. Los formatos más comunes que puedes encontrar en este sector son:

En formato oral

Hay bastantes alimentos que son fuente natural de ácido hialurónico. El objetivo de tomarlo de forma oral ya no es solo mejorar la hidratación de la piel, sino también las articulaciones, puesto que ayuda a preservar el cartílago y evita el roce cuando hay desgaste con su consecuente inflamación articular.

No es necesario que tomes suplementos para incrementar el ácido hialurónico a nivel interno, puedes ingerirlo a través de alimentos  de origen vegetal como son los tubérculos, la soja, los pimientos, el brócoli, los espárragos o las frutas como el melón, los plátanos, la pera, la naranja o el kiwi. Si eres omnívora, debes saber que las carnes de cordero, ternera, pavo o pato también son ricas en este ácido, además de algunos pescados como el atún y el salmón. Y si te fascinan las especias, te encantará saber que el perejil o el cilantro lo contienen.

Inyecciones de ácido hialurónico

Los tratamientos estéticos e inyecciones de ácido hialurónico son muy efectivos. Se suelen usar para aumentar el volumen (de labios y pómulos, especialmente) y para mejorar alteraciones en la piel. También se utilizan como relleno para disminuir las arrugas así como para reafirmar, tonificar y darle un aspecto más joven a la piel. Su efecto suele durar entre unos 9 y 12 meses, siendo variable en función de la edad, zona inyectada, calidad de piel y estilo de vida.

Únelo con la vitamina C y crearás un equipo ganador. ¿Por qué? Pues porque la vitamina C aporta máxima luminosidad a la piel, la protege y mejora su tono, mientras que el ácido hialurónico aporta una hidratación intensa y reafirma cada centímetro.

Yo quiero conservar mi ácido hialurónico

Está claro que, en cuanto pasamos determinada edad, evitar la pérdida del ácido hialurónico ya es inevitable. Pero hasta entonces puedes tomar algunas precauciones para no tener que recurrir a la cosmética y las inyecciones de forma prematura:

  • Protégete del sol de forma adecuada (no basta solo con la sombrilla, usa cremas para ello).
  • No fumes. Y esto ya no es solo por el ácido hialurónico (qué te vamos a contar).
  • Sigue una alimentación saludable, es decir, equilibrada.
  • Haz ejercicio físico regularmente (tampoco es necesario que te vuelvas ahora culturista, basta con mantenerte activa).

Hay que decir que, aunque tengas una piel que podríamos denominar «madura», tampoco está de más que sigas estos consejos. Ya no por una cuestión de hidratación o elasticidad – que también – sino porque tu salud, en general, te lo agradecerá.

No podemos decirte que el ácido hialurónico te cambiará la vida, pero en cierto modo lo hará. Y no, no será porque te pongas una crema o te lo inyectes, sino por todo lo que conlleva mantener las cosas buenas que te da.

¿No lo tienes claro? Pues eso es porque no lo has probado… ¿Estás segura de que quieres seguir dudando?

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