Limpiador facial refinador de poros | Natura Siberica

Qué bonito es levantarse por las mañanas con una sorpresa. ¿No te parece?

Un desayuno inesperado, un paquete que no has pedido tú, unas flores en la mesa, una nueva inflamación… En fin, todo regalos de la vida.

Es como esperar a los reyes magos en cualquier momento del año, ¿verdad?

Esa inquietud, esos nervios, esa dificultad para dormir, ese «me levanto por la noche a ver si habrán llegado ya»… En definitiva, todas esas ganas contenidas.

Esas ganas de arrancarte la piel, para ser más exactos. Ese (mal) humor incontrolado que te sale cuando antes siquiera de haberte lavado la cara ya estás viendo cómo ahí ha ocurrido de todo. Y cuando decimos todo no nos referimos a algo bueno, precisamente.

Más rojeces, más irritación, más erupciones, más brillos, más poros obstruidos. Nunca tener abundancia tuvo un sentido tan negativo para ti.

Pero no hay que rendirse, amiga. Hay que seguir viendo las cosas con optimismo. Hay que encontrarle el lado bueno, que en este caso es que tienes a tu disposición este limpiador facial refinador de poros. Y para empezar a ver la parte positiva solo es cuestión de usarlo y esperar a que haga su efecto.

Lo que más nos gusta

• Directa al grano: y nunca mejor dicho. Este producto pertenece a la línea Berëza Siberica, una gama dedicada única y exclusivamente al cuidado de la piel grasa y el tratamiento de sus imperfecciones asociadas, como son el acné, los puntos negros, los poros abiertos o los brillos, todos ellos derivados del exceso de producción sebácea. Con su mágica composición, pretende regular dicha secreción y minimizar progresivamente sus efectos hasta hacerlos desaparecer.
• Con lo esencial: porque no necesitas aditivos ni ingredientes que le resten calidad de vida a tu piel, sino todo lo contrario. Por eso, todos los productos de esta colección están basados en el hidrolato orgánico de abedul blanco, un jugo extraído mediante la destilación de esta planta, combinado con elementos naturales y vegetales. Todos ellos originarios de la naturaleza siberiana y recolectados de forma silvestre para poder aprovechar al máximo todas sus propiedades.
• Sin causar daños: ni a ti, ni a tu piel, ni al entorno. Y así es como se puede decir con la boca grande que Berëza Siberica es vegana en su totalidad: sin ingredientes de origen animal y cruelty free, tanto en lo que respecta a la producción como en el testado del producto final. Por eso, el uso de este limpiador te dará una tranquilidad absoluta no solo en el cuidado de tu cutis, sino en tener la sensación de que estás colaborando a hacer de este mundo un lugar mejor. Sin grasa y sin dolor.

Lo que nos enamora

• La limpieza que proporciona a la piel grasa sin causar sequedad ni mayor irritación. Es respetuoso, actúa con delicadeza y elimina con efectividad el exceso de aceite e impurezas mientras reduce la inflamación causada por el acné.
• Textura en gel fluida y muy agradable con la piel. Al frotarla, se siente como una capa protectora que la cubre fácilmente sin ser pesada y se esparce con gran facilidad, haciendo que su aplicación resulte tan suave como una caricia. Su efecto se nota al instante: confort, alivio, hidratación y sensación de purificación gracias a la acción de tratamiento que lleva a cabo con los puntos negros y las imperfecciones, haciendo que quede su pH equilibrado.
• Aroma muy suave, fresco y que transmite sensación de cuidado y limpieza. Con ese toque tan característico del abedul blanco que multiplica el efecto renovador sobre el cutis.

Los culpables de su encanto

• Hidrolato orgánico de abedul polar blanco: como ya te íbamos avanzando, este ingrediente es un jugo que se extrae de la corteza de abedul blanco y se utiliza como base de la fórmula por sus excelentes propiedades. Es rico en betulina, un gran antiinflamatorio natural que permite reducir la inflamación causada por las imperfecciones derivadas del exceso de sebo, además de poseer acción calmante y antioxidante, mediante la cual ayuda a prevenir el acné sin resecar la piel.
• Extracto de menta silvestre: es uno de los mejores remedios para el acné, no solo por la sensación refrescante y el alivio que proporciona, también por sus propiedades antiinflamatorias, bactericidas y analgésicas. Contribuye de forma activa en la prevención de inflamaciones e infecciones y ayuda a reducir los efectos de esta patología incluso hasta erradicarlos.
• Extracto de raíz de saponaria: es un ingrediente muy conocido por sus capacidades limpiadoras, de ahí que comúnmente se la conozca con otros nombres como hierba jabonera o flor de jabón. Es una opción vegetal perfecta que actúa como el jabón, pero sin provocar sus efectos secundarios. Dado que es rica en flavonoides y vitamina C, posee propiedades antisépticas y antiinflamatorias, perfectas para tratar el acné porque reducen la inflamación, así como evitan las infecciones y el incremento de erupciones.
• Extracto de raíz de Rhodiola Rosea: es rica en ácidos orgánicos, magnesio, cobre, zinc, aceites esenciales y flavonoides. ¿Su aportación? Mejora las funciones protectoras naturales de la piel. Tiene un efecto calmante y la protege de la exposición medioambiental. Dicho de otro modo: le da un pequeño empujoncito cuando le toca adaptarse a cambios bruscos como el estrés o las temperaturas extremas.
• Extracto de flor de caléndula: en toda esta combinación también es necesario un ingrediente que aporte la dosis de hidratación, y para eso está la caléndula. Además, posee propiedades antioxidantes que le ayudan a la piel a mantenerse protegida sin necesidad de crear un exceso de grasa y evitar el envejecimiento prematuro.
• Niaciamida: es un derivado de la vitamina B3 que contiene propiedades antioxidantes que la hacen un componente ideal para combatir el envejecimiento prematuro de la piel. La protege de los radicales libres, fortalece su barrera protectora, estimula la producción de colágeno y elastina, así como regula la de lípidos, y provoca un efecto unificador del tono que deja un aspecto radiante en el cutis.
• Ácido láctico: cuando dicen que cualquier piel grasa debe tratarse con este ingrediente, es porque es un excelente tratamiento para las espinillas, los poros obstruidos y otras imperfecciones cutáneas relacionadas con el acné. Forma parte de los conocidísimos AHA y su función se centra en despegar las células muertas, la suciedad y las impurezas de las capas más superficiales de la piel, así como de unificar el tono gracias a la desincrustación de las pieles muertas que resecan y apagan el cutis.

¿Cómo usarlo?

Como un seguro para evitar sorpresas inesperadas: no saber lo que puede ocurrir tiene su gracia, pero más gracia tiene saber que no sucederá absolutamente nada (nada malo, claro).

Humedece la piel de rostro y cuello. Aplica una pulsación de gel sobre las manos y repártela con ambas por todas las zonas a limpiar, evitando el contorno de los ojos. Masajea suavemente hasta formar espuma y después retíralo todo con agua tibia.

Y ya que estás, seca la piel a toquecitos, sin arrastrar, para evitar irritarla nuevamente.

Truco de la casa:

Lo mejor que puedes hacer para darle a tu piel un extra de tonificación es prestarle mucha atención al masaje a la hora de aplicar. «¿Qué? ¿Solo eso?» Pues sí. Solo eso. Y la razón es muy sencilla: al hacer el movimiento circular, estimulas la circulación sanguínea e incentivas la producción natural de colágeno. Eso da lugar a un incremento de la elastina y, en consecuencia, una mayor permanencia de la flexibilidad en tu piel.

Además, si los movimientos son ascendentes (de abajo hacia arriba) contribuyes a evitar que la piel vaya adquiriendo flacidez.

Este limpiador forma parte de la línea de cuidado para piel grasa Berëza Siberica. Sumérgete en ella y crea una rutina perfecta para cambiar las pesadillas por sueños húmedos (que no aceitosos).